
2014 es el Año Internacional de la Cristalografía, según la ONU, ya que se cumple un siglo de la entrega del premio Nobel a Max von Laue, célebre físico alemán cuyos aportes fueron fundamentales para el desarrollo de la cristalografía. Por ello, para el mundo de la ciencia, no es un evento menor. Conozcamos un poco más sobre las razones de este homenaje a la cristalografía.
¿Qué es la cristalografía?
La cristalografía es una ciencia que tiene por objeto el estudio de las estructuras sólidas y cómo se ordenan los átomos en ellas. Es posible radiografiar la ubicación de los átomos dentro de un cristal y ver cómo encajan entre sí para dar lugar al objeto (el mismo cristal).
La ciencia le está inmensamente agradecida a la cristalografía debido a que ha constituido la base de muchos campos de estudio, siempre sobre la base de su comprensión de las propiedades de los objetos sólidos. Desde entender la sencilla razón por la que las cosas tienen el color que las caracteriza o por qué algunas estructuras son más duras que otras, la cristalografía tiene un rol fundamental para las ciencias más allá de esta simple descripción.

No en vano, la Unión Internacional de Cristalografía cuenta con 48 Premios Nobel. En concordancia, el profesor emérito de la Universidad de Oxford, Mike Glazer afirma:
Origen de la Cristalografía
El origen de la cristalografía se remonta a principios del siglo pasado, con los importantes descubrimientos sobre la difracción de rayos X en estructuras cristalinas realizados por Lawrence Bragg y su hijo William. Por ello, se los considera como los padres de la cristalografía de rayos X. Igualmente, ambos se inspiraron en el trabajo del físico alemán Max von Laue, pionero en experimentos con cristalografía y ganador del Nobel de Física en 1914, como mencionamos antes.
Con recursos limitados debido a los escasos avances de la época, los Braggs utilizaron placas fotográficas para analizar la forma en que los cristales se dispersaban y difractaban. Es posible que los Braggs hayan sido los primeros en detectar y trabajar con estructuras tridimensionales.
Otros eminentes científicos deben sus logros a la cristalografía, como Rosalind Franklin y Maurice Wilkins, los padres de la icónica fotografía del ADN. En el mismo sentido, la cristalografía permitió a Francis Crick y James Watson, revelar la estilosa y trascendental estructura de la doble hélice del ADN.
Asimismo, la magnífica cristalografía también fue clave para que Dorothy Hodgkin descubra la estructura de la penicilina, la vitamina B12, y nada menos que la insulina.
Desde la pasta de dientes hasta la industria aeroespacial
Peter Strickland, de la Unión Internacional de Cristalografía, profundizó sobre las grandiosas aplicaciones de la cristalografía, dando cuenta de todas las cosas que posibilita dicho método:
¿Crees que la cristalografía fue un descubrimiento revolucionario y que merece este homenaje?