La hipertensión arterial es una enfermedad crónica que afecta a muchísimas personas y que puede traer consecuencias graves para la salud, como por ejemplo un fallo cardíaco. ¿Pero sabías que también afecta a los gatos?
En el caso de los humanos, el exceso de sal, la vida sedentaria y la dieta inadecuada son factores que causan la enfermedad. ¿Pero cómo es en los gatos?
Hipertensión felina
La Sociedad Internacional de Medicina Felina sostiene que los gatos, sobre todos los más viejos, también sufren de hipertensión, el problema es que en la mayoría de los casos no suele diagnosticarse y no se puede hacer un tratamiento preventivo.
Es así que la enfermedad puede tener consecuencias graves para estos animales, generando daños en diferentes órganos, desde el cerebro hasta el corazón y los riñones. Incluso puede ocasionar ceguera por desprendimiento de retina.
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Hallazgos médicos
La hipertensión ocurre a menudo como un efecto de otras enfermedades, por lo que los gatos con hipertensión pueden mostrar síntomas de otras enfermedades. En el caso de los gatos con hipertiroidismo y presión arterial alta, la pérdida de peso y la hiperactividad son signos clínicos que revelan este tipo de enfermedades.
Pero sucede que en la mayoría de los casos, los gatos no revelan ningún signo clínico específico de la hipertensión hasta alcanzar un nivel grave que ocasiona sangrados espontáneos o el desprendimiento de la retina.
Es por eso que el reconocimiento temprano de la enfermedad es clave para minimizar sus efectos y evitar el daño en los órganos de tu mascota.
Algunos síntomas que clínicamente se pueden notar, son la depresión o el cansancio.
Hay forma de prevenirla
Así como en el caso de los humanos, la hipertensión si se diagnostica de forma temprana, puede tratarse a tiempo y evitar consecuencias graves.
Pero para ello, es clave que los dueños asuman la tarea de medir la presión arterial de sus mascotas, de forma periódica.
En este sentido, especialistas indican que lo ideal es que la presión sistólica de los gatos esté por debajo de 160, aunque cuando se mide su presión en una veterinaria, suelen estresarse y su presión arterial aumenta.
Así que ya sabes, la hipertensión es una realidad que puede sufrir tu gato sin que te des cuenta, sé consciente y mide su presión de forma periódica para evitar efectos negativos en su salud.
¿Sabías que esto podía pasarle a tu gato?
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