Ciencia y Tecnología

Todo lo que aprendiste de los dinosaurios en Jurassic Park estaba mal

30 Jun 2020 – 02:18 PM EDT

Jurassic Park le dio al mundo una idea de los dinosaurios que apenas, casi tres décadas después, nos damos cuenta que podría estar equivocada.

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En 1993, Steven Spielberg hizo una aportación a la cultura popular que, hasta la fecha, sigue vigente: Jurassic Park, una franquicia de tres películas en los 90, dos nuevas cintas en la década de 2010 y una más en planeación.

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La creación de Spielberg provocó un interés por la paleontología y creó un miedo universal a los dinosaurios al mostrarlos como bestias temibles e invencibles capaces de acabar con la vida de un humano de un mordisco, en especial el Tiranosaurio Rex.

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Al momento del estreno de Jurassic Park no había tanta información sobre los dinosaurios como la que hay en la actualidad; sin embargo, consultaron al paleontólogo Jack Horner para recrear una imagen precisa de los dinosaurios.

En los 90 ya se sabía que algunos dinosaurios habían tenido plumas e incluso pudieron ser coloridos. Según Horner, cuando le advirtió sobre ello a Spielberg, el director se rió y dijo que no eran lo suficientemente espeluznantes.

El consultor científico entendió las intenciones del cineasta y partieron de la idea de crear dinosaurios temibles, aunque no fueran totalmente precisos.

A lo largo de los años, la comunidad científica, y algunos aficionados a los dinosaurios, han reclamado las imprecisiones de Jurassic Park y encontraron algunos errores bastante evidentes.

Uno de los reclamos más grandes es el Dilophosaurus, el dinosaurio que llena de veneno al personaje de Wayne Knight con una corona de escamas alrededor de su cabeza.

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En realidad, el Dilophosaurus era mucho más grande pues alcanzó hasta los 6 metros de largo y los fósiles encontrados no han mostrado evidencia del círculo ornamental que le añadieron en la película.

Tampoco es imposible que lo tuviera porque muchas especies actuales tienen características parecidas, pero solo se trata de una suposición. Lo cierto es que era imposible que arrojara veneno.

El Brachiosaurus o Cuello largo es el primer dinosaurio que aparece en la pantalla y, según la ciencia, sus pies están ilustrados de manera incorrecta.

Según el paleontólogo Scott Persons, el Brachiosaurus tenía garras grandes en los pies, pero en la película fue retratado con pies de elefante.

El Triceratops es otro de los dinosaurios amigables de Jurassic Park y su imagen no está alejada de cómo era, pero en una versión mucho más pequeña.

El dinosaurio cornudo era uno de los más grandes de la prehistoria, pues se han encontrado cráneos que medían hasta 2 metros y medio, mientras que su cuerpo completo alcanzaba los 9 metros.

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Los cuernos de arriba de los ojos eran bastante largos y curvos, pero el de arriba del hocico era más pequeño. En la película, el tercer cuerno es muy grande y ancho.

Conforme avanza la cinta, y la franquicia, mostraron dinosaurios cada vez más espeluznantes. Uno de ellos es el Velociraptor, con la aclamada escena de los niños escondidos en la cocina.

Según los paleontólogos, la imagen de los dinosaurios es acertada, pero los hicieron mucho más grandes de lo que en realidad eran.

Un Velociraptor no rebasaba el metro de largo, lo cual lo convierte en un ancestro lejano de las aves, y hubiera sido más fácil huir de ellos que con el tamaño que les dieron en la película.

Una de las imprecisiones más grandes es la recreación del Tiranosaurio Rex. Es probable que el T-Rex tuviera plumas, fuera de colores e hiciera movimientos llamativos (como las aves) para atraer a sus presas y como ritual de apareamiento.

Ninguno de esos elementos está incluido en la película porque un T-Rex con tintes rosas y bailarín no habría sido tan temible.

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Jurassic Park también mostró que el Tiranosaurio acababa con sus presas mordiéndolas y sacudiéndolas dentro de su hocico. Los paleontólogos argumentan que el dinosaurio sí tenía una mordida potente, pero atrapaba, jalaba y soltaba.

Aunque el T-Rex era un depredador natural, no era tan ágil como lo mostraron en la cinta. El dinosaurio no podía correr, solo caminar rápido, y alcanzaba una velocidad máxima de 40 kilómetros por hora.

Si el Tiranosaurio hubiera sido retratado de manera correcta, el equipo de Jurassic Park no habría tenido problema en huir del dinosaurio en su Jeep a toda velocidad.

En Jurassic Park III, añadieron un nuevo dinosaurio todavía más espeluznante que el T-Rex: el Spinosaurus, que derrota a un Tiranosaurio en una pelea.

Según los científicos, el Spinosaurus sí era un dinosaurio casi tan grande como el Tiranosaurio, pero es poco probable que haya salido del agua. Por lo tanto, solo se alimentaba de peces y criaturas más pequeñas y nunca pudo pelear contra un T-Rex.

Otra de los comportamientos nunca comprobados; no solo del Tiranosaurio, sino de todas las criaturas prehistóricas son los rugidos.

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Hasta la fecha, los científicos no están seguros de cómo sonaban los dinosaurios hace millones de años; sin embargo, existen dos caminos posibles: siseaban, como los reptiles, o ululaban, como la aves, pero no tenían el gruñido de un león.

Entre más años pasan, más datos se descubren sobre los dinosaurio y, en consecuencia, más imprecisiones sobre Jurassic Park; sin embargo, la película nunca pretendió ser un documental, sino ciencia ficción.

Jack Horner dice que, en general, hicieron un buen trabajo con la tecnología que tenían en 1993 para recrear a los dinosaurios y la primera película sentó las bases para el resto de la franquicia.

Es por eso que Jurassic World también está llena de imprecisiones, a pesar de ahora hay mucha más información sobre las bestias prehistóricas; sin embargo, es poco probable que alguna de las película muestre a un Tiranosaurio emplumado.

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