Hablamos hoy de sueño y funcionamiento cerebral, y de uno de mis temas favoritos al respecto: el Movimiento Ocular Rápido ( REM en inglés), el cual consiste en una determinada fase del ciclo de sueño en la que nuestra mente alcanza una calidad de sueño y un muy profundo descanso.
Al respecto, existe una creencia muy divulgada sobre el hecho de que el dormir nos permite resolver problemas que de otra manera no podríamos resolver. Para verificar o refutar esta creencia, un grupo de investigadores de la Universidad de California en San Diego dirigidos por la profesora Sara Mednick han realizado un interesante experimento.
Éste consistió en solicitarles a 77 voluntarios que resolvieran un problema de una relativa dificultad en la mañana del día del experimento, y para ello pusieron como fecha límite el final de la tarde. Los voluntarios podían gastar el tiempo como quisieran, fuera dedicándose a razonar el problema, durmiendo un rato largo o echándose breves siestitas.
Los resultados finales demostraron que los participantes que alcanzaron la fase REM y por consiguiente una mejor calidad del sueño tuvieron mejores tasas de acierto en la resolución del problema (con un 40% de casos en los que se logró resolverlo).
Esto demuestra que el sueño efectivamente ayuda a resolver ciertos problemas (en este caso uno lógico), pero que no es simplemente el hecho de dormir o el tiempo transcurrido durante el sueño lo que lo permite, sino que es la calidad del sueño la que determina los buenos resultados.