Si has fallado una prueba Captcha, no eres el único (pero tampoco eres un robot)
Si eres un fanático del Internet, entonces sabes qué es el Captcha, o al menos te has enfrentado a su prueba de identidad más de una vez.
El Captcha es el ‘Test público de Turing’, esa ventanita que te sale cada vez que quieres abrir una nueva cuenta o realizar un pago y te pregunta si eres un robot.

Si bien para muchos este mini examen es aburrido y no tiene sentido, la realidad es que el Captcha se ha vuelto un examen cada vez más necesario para evitar cualquier tipo de fraude o hackeo.
Lamentablemente, esto ha provocado que los exámenes del Captcha aumenten de dificultad, a tal grado de que cada vez sea más difícil para un humano resolver estas evaluaciones.
Paradójicamente, los programadores han observado que entre más se incrementa la complejidad del Captcha, más fácil es que la inteligencia artificial supere este tipo de exámenes.

quote: «El aprendizaje de las máquinas es ahora tan bueno como el de los humanos en términos de texto, imagen y reconocimiento de voz»: Jason Polakis, profesor de ciencia computacional de la Universidad de Illinois Chicago.
Un ejemplo del dolor de cabeza en el que se ha convertido el Captcha está en que ahora te exige analizar varias imágenes entre sí. Algo que para una persona que sea distraída o con discapacidad podría representar un problema.
Respecto a esto, el investigador Jason Polakis sugiere un nuevo método de evaluación en el que se incluyan aspectos culturales y hasta idiomáticos, conocimientos casi únicos del ser humano. ¡Toma eso, Inteligencia Artificial!
Otra posible respuesta a esto sería la nueva generación de Captcha que está desarrollando Google y que se llamará reCaptcha v3.
Hasta ahora se sabe que el nuevo Captcha analizará las características del navegador que utilizamos, patrones de tráfico y hasta otros elementos que se consideren parte del humano “real”.
Pase lo que pase, esperemos que este nuevo Captcha sea más exacto y menos difícil de aprobar que sus versiones anteriores. De lo contrario, ¡tal vez sea momento de empezar a tomar en serio la inminente rebelión de las máquinas!
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