Ser esposa de un seguidor de ISIS: un escalofriante relato en primera persona
Islam Mitat tenía 23 años cuando decidió que quería ser diseñadora de moda. Es de marruecos pero la vida le tenía otro destino para ella: Siria.
En un sitio de citas musulmanas, Mitat conoció a Ahmed Khalil, un musulmán que nación en Afganistán pero que vivía en el Reino Unido y tenía ciudadanía británica. Tras conocerse, Mitat decidió que se quería casar con él y, finalmente, irse a vivir a Londres. Allí iba a poder estudiar diseño de moda y ser feliz junto a su pareja.
No obstante, su vida cambió cuando descubrió que los planes de su esposo no eran quedarse en el Reino Unido…
Ser un seguidor de ISIS
El chico que conoció en Internet viajó a Marruecos para pedirle la mano a familia de Mitat y mostró todos sus extractos bancarios «para demostrar que sus intenciones eran serias», según explicó CNN.
Durante su etapa de «novios» le aconsejó dejar los vaqueros ajustados para utilizar vestidos largos y anchos, pero no le parecía extraño. Después de que se casaron, viajaron a Dubai y luego a Afganistán a conocer a la familia de su esposo. Estuvieron un mes ahí pero por problemas de seguridad decidieron volver a Marruecos.
Su esposo le dijo que le surgió un trabajo en Turquía y le pidió que la acompañara: «Vamonos de vacaciones», le dijo. No obstante, en vez de ir a un centro turístico fueron a la frontera de Siria.
Cuando llegaron un hombre condujo a Mitat a una casa de mujeres, mientras que a su esposo lo llevó a otra casa. Ahí entendió todo: estaban yendo a Siria por el califato islámico.
Cuando lo comprendió le dijo que no quería ir con ISIS pero el esposo le dijo: «Eres mi mujer y tienes que obedecerme».
Durante el primer día de batalla, mataron a su esposo. Mientras tanto, ella estaba esperando su primer hijo. Mitat no sabía qué hacer así que se refugió con el hermano de su difunto esposo. Pero también lo mataron.
Finalmente decidió casarse con un amigo de su exesposo que también era de ISIS. Al tiempo decidió solicitar el divorcio porque no se entendían. Nuevamente se encontró en problemas: no podía irse porque no contaba con los recursos, pero además tenía miedo.
Finalmente desde ISIS la obligaron a casarse por tercera vez. Con ese esposo tuvo su segundo hijo. Pero no era ningún paraíso Raqqa -la capital del Estado Islámico-, sino todo lo contrario: «No es vida, es como si estuviera muerta». Al tiempo, su esposo murió.
Entendió que esa era el momento de escapar. Vendió todo lo que su esposo tenía y logró escapar al norte de Siria donde pidió ayuda.
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¿Volver a sus tierras?
El padre de Islam Mitat le pide que, por favor, vuelva a Marruecos. Pero ella tiene miedo, prefiere no volver a su país. Está haciendo los trámites para que se le de la ciudadanía británica debido a que su primer esposo y padre de uno de sus hijos era ciudadano del Reino Unido.
Un sitio de Internet le cambió la vida, «no sé a dónde voy a ir . Mi vida se destruyó y no sé por qué».
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