
Luego del terremoto en Nepal, el pasado sábado 25 de abril, estuvo circulando el rumor de que el desastre podía haber sido previsto. Más allá de los rumores y teorías conspirativas igualmente es válido preguntárnoslo: ¿ se puede predecir un terremoto? Vamos a ver qué opinan los científicos al respecto.
¿Se puede predecir? ¿Es mala suerte?
Definitivamente no es azar. Detrás de los terremotos operan fuerzas físicas específicas y en ello no hay azar o suerte que valga. Ahora bien, tampoco es algo que se pueda predecir, al menos no por ahora. Cómo, cuándo y dónde se va a producir un terremoto es algo contingente, es decir, es un resultado «sorpresa» o impredecible, pero ello no significa que sea por mera suerte o arte de magia.
Para completar esta idea simplemente pongamos el ejemplo de un dado. Cuando tiramos un dado sabemos que en él operan ciertas fuerzas físicas (la intensidad y dirección con que lo tiramos, por ejemplo) que determinarán el resultado de la tirada. El resultado del dado es contingente: sorpresa, impredecible, solo una posibilidad entre varias otras. Ahora bien, sería errado asumir que se trata simplemente de suerte ya que sabemos que existen fuerzas físicas objetivas operando en él.
- Ver también: ¿Qué es el azar?

Con los terremotos, y con otros fenómenos naturales también, sucede lo mismo: sabemos cómo suceden y conocemos sus posibles causas, pero no sabemos cuándo van a ocurrir exactamente. Para los científicos se trata, entonces, de lograr establecer modelos, patrones y «leyes» que guían el curso de los terremotos.
Tarea nada sencilla, por cierto. Por el momento nadie ha hallado una fórmula para predecir cuándo se producirá un terremoto exactamente, pero los científicos están trabajando en ello. Gracias a sofisticados sistemas de medición y relevamiento de datos, los científicos están cada vez más cerca de lograr predecir los desastres naturales.
- Ver también: 7 animales que pueden predecir desastres naturales
Lo máximo que se ha logrado es establecer períodos en los que se podría producir un terremoto en determinada región, pero se trata de períodos muy grandes ya que en geología los procesos toman cientos de miles de años. De este modo sí se pueden hacer algunas previsiones mas no se puede determinar una fecha, ni siquiera un mes o un año con exactitud. Con los volcanes sucede algo similar, aunque los científicos están un poco más avanzados en ello. Se sabe cómo y por qué se produce una erupción volcánica y si bien es imposible establecer con exactitud la fecha en que tendrá lugar, se puede identificar actividad volcánica unos días antes. Ahora bien, ello implica un monitoreo permanente de los volcanes activos, lo cual supone dos grandes dificultades.
Por un lado se debería invertir millones de dólares en lo recursos materiales y humanos necesarios para llevar a cabo ese monitoreo permanente, y esto es simplemente imposible en la mayoría de los países del mundo. Por otro lado, además, los científicos deberían poder determinar con total certeza cuáles volcanes están activos y cuáles no, de lo contrario todos los esfuerzos serían en vano.
Entonces bien, ¿qué sabemos de todo esto? Por ahora los científicos no pueden predecir con exactitud cuándo sucederá un terremoto, o una erupción volcánica, pero definitivamente será posible, aunque sea con décadas de investigación y desarrollo de tecnología.
Este tipo de catástrofes son fenómenos naturales, por lo tanto, por mucho que se puedan predecir, nunca se podrán evitar. Lo que verdaderamente hace falta no es predecir cuándo y dónde se va a producir un terremoto, sino, por el contrario, garantizar que todas las ciudades estén debidamente preparadas para recibirlo.
Es harto sabido que los daños provocados por los desastres naturales en los países más pobres son mucho más graves que en los países ricos, independientemente de la intensidad del fenómeno en cuestión. El ejemplo más claro de esto es el caso de los terremotos de Haití y Chile en 2010, donde Haití sufrió un temblor de escala 7 que se cobró más de 300 mil vidas y Chile uno de 8,8 en el que murieron nada más que 525 personas.
En síntesis: no, no se podía predecir el terremoto en Nepal, pero definitivamente la región podría estar mucho mejor preparada dado que sí se sabe con seguridad que es una zona de gran actividad sísmica.