¿Sabías que Argentina mandó un astronauta al espacio? Se llamaba Juan... ¡y era un mono!
Si hablamos de exploración espacial, todos recordaremos las hazañas realizadas por Estados Unidos y la Unión Soviética. Estos hitos marcaron un antes y un después en la historia de la humanidad, que por primera vez se adentraba a la conquista del espacio exterior.
Pero antes que embarcar a un humano, varios países recurrieron a la experimentación con animales para probar la resistencia de un ser vivo ante semejantes condiciones, como también la resistencia de sus módulos espaciales. Entre ellos estaba la Argentina.
La carrera espacial
Corría el año 1969 y Estados Unidos acababa de completar el primer alunizaje en el Apollo 11. Si bien la Argentina nunca se propuso llevar un hombre a la luna, contaba con su propio programa espacial.
El primer intento se llevó a cabo 2 años antes, en 1967. El sujeto de prueba fue el ratón Belisario, el primer ser vivo argentino en ser lanzado al espacio. Alcanzó una altura de 2300 metros, y durante el trayecto se registraron todos sus signos vitales. El ratón aterrizó sano y salvo.
El mono Juan

Tras el primer alunizaje, las autoridades argentinas decidieron dar el salto y llevar un mono al espacio. Solo 3 países hasta entonces lo habían logrado: Estados Unidos, la Unión Soviética y Francia, aunque solo un 50% de ellos había regresado con vida. Sin dudas, se trataba de una misión peligrosa.
El elegido fue Juan, un mono caí de la selva misionera que pesaba 1kg y medio y medía 30cm. El animal viajaría sedado en un módulo a bordo del Canopus II, un cohete argentino que permanecería en vuelo cerca de 20 minutos.
La nave despegó 2 días antes de navidad desde una base espacial en La Rioja y realizó un vuelo sub-orbital, alcanzando los 8 kilómetros de altura antes de descender. El descenso fue óptimo y todos los mecanismos funcionaron a la perfección. Fue al abrir la escotilla que explotó la emoción.
Si bien Juan se encontraba medio aturdido por la experiencia, se encontraba en buen estado de salud. La noticia convirtió a Juan en una celebridad, que fue apodado « el primer astronauta argentino»,
Afortunadamente, los tiempos cambian y hoy en día,la experimentación con animales está fuertemente regulada, por lo que sería inimaginable que algo así vuelva a suceder.
¿Quién lo hubiera pensado? Una muestra más de las cosas increíbles que suceden en este país.