Ciencia y Tecnología

Rosetta encuentra a la sonda Philae, hace tiempo perdida y abandonada en la superficie de un cometa

6 Sep 2016 – 01:46 PM EDT
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Curioso destino el que la vida le ha deparado a la sonda Philae. Es el único objeto fabricado por el ser humano que pasará el resto de sus días en la superficie de un cometa. Así lo ha demostrado la nave Rosetta, que la ha localizado sobre las rocas de 67P.

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El encuentro entre Rosetta y Philae

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Los seres humanos hemos puesto en órbita ya un buen número de objetos. Algunos giran alrededor de la Tierra, otros se han desintegrado entre las espesas nubes de Júpiter, también están los que terminaron escondidos entre las arenas de Marte o los que siguen un largo recorrido hacia la inmensidad del universo.

Sin embargo, los casos de Rosetta y Philae, encargados en su misión original de la ESA de estudiar el cometa 67P / Chryumov-Gerasimenko, son realmente atípicos por lo atrevido de sus andanzas y por ser a día de hoy únicos en su especie.

La misión consistió en su día en el envío de la nave Rosetta, que orbitaría el cometa 67P a más de 700 millones de kilómetros de la Tierra. Mientras tanto, la sonda Philae era la encargada de aterrizar sobre la superficie para extraer muestras y fotografías de primera mano.

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Hace unos días, la nave Rosetta tomó imágenes de este veloz cometa que surca el espacio solar a 14 kilómetros por segundo. Y ahí surgió la sorpresa, pues entre las instantáneas, apareció en su superficie de hielo y roca escondida bajo una grieta la sonda Philae, quien aterrizó sobre la superficie el pasado 12 de noviembre de 2014, siendo la primera en lograrlo.

¿Qué pasó con la Philae?

La sonda Philae logró con éxito aterrizar sobre las rocas de 67P, aunque el evento no fue todo lo acertado que se esperaba, y tuvo que ser dada por desaparecida en febrero de 2015, pues ya no fue posible volver a contactar con ella.

Ahora, la nave Rosetta, a pocos días para finalizar su misión, ha llegado hasta menos de 3 kilómetros de la superficie de 67P para buscar rastros de Philae, y lo ha conseguido, pues la ha localizado dentro de una grieta de sombras que le impide volver a tomar contacto con la Tierra.

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Philae se encuentra en una región del cometa que los astrónomos han bautizado como Agilkia. Para acabar aquí, la sonda, tras un primer contacto con la superficie, sufrió un rebote y acabó en esta zona singular.

Tras posarse y anclarse al cometa, Philae consumió su batería en solo tres días y comenzó a hibernar. Tan solo retornó a la vida unos meses después al acercarse al Sol, enviando señales a Rosetta que pronto se silenciaron y no fueron suficientes para volver a localizarla.

Ahora ya sabemos por qué Philae apenas pudo volver a la vida, aunque por suerte no ha sido perdida para siempre.

Mientras tanto, Rosetta apura sus últimos días de misión orbitando a 67P. Su futuro es un acercamiento enorme al cometa hasta acabar suicidándose contra el mismo una vez terminados todos los estudios previstos.

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