No es para martirizarse ni autoflagelarse, a cualquiera le puede pasar. Si uno se pusiera a pensar cuántas personas en el mundo han dejado caer accidentalmente su teléfono móvil en un vaso con agua, una piscina, una playa, un charco, un lago o un retrete, nos llevaríamos una verdadera sorpresa.
La solución a este inconveniente no suele ser nada barata. Mojar un teléfono móvil no es un privilegio para cualquiera. En la gran mayoría de los casos, cuando llevamos nuestro teléfono a reparar, ya es demasiado tarde y los daños ya son permanentes.
Hoy les traigo un remedio casero que en muchos casos permite evitar que el móvil deje de funcionar por completo y ahorrarnos bastante dinero no sólo en técnicos sino también en un nuevo dispositivo.
Para ello, debemos llenar un recipiente con arroz blanco y sumergir nuestro móvil accidentado en él. Debemos asegurarnos de que cada punto del móvil esté en contacto con el arroz. Allí lo dejaremos unas 24 horas en las cuales no deberemos conectarlo a corriente.
El arroz es un secante natural que nos ayudará a absorber el exceso de agua. Si podemos, lo recomendable es sacar la batería y ponerla junto al móvil para acelerar el proceso.
No garantizo que el móvil funcione a la perfección después de secado, pero sí, es una buena alternativa como último intento antes de programar el funeral de nuestro móvil.
Vía | Digital Inspiration