Seguramente si cuentan con un smartphone habrán leído sobre aparatos Jailbreak y Rooted y se hayan preguntado qué es esto. La realidad es que no hay demasiado que decir al respecto, ya que esto cumple una sola función. Sin embargo, vamos a explayarnos un poco más sobre el tema para disipar todas las dudas que puedan tener.
Jailbreak
Cuando hablamos de Jailbrake estamos hablando del proceso por el cual un aparato de Apple como un iPhone, iPad o iPod Touch, se ve alterado para perder las limitaciones impuestas por la facturación original del mismo.
Con esto queremos decir que este dispositivo pasa a quedar a la merced de la programación que nosotros queramos hacerle. En otras palabras es como obtener permisos de administrador, en vez de usuario, sobre nuestro dispositivo.
Una vez que hacemos el Jailbreak de nuestro iDevice el mismo puede continuar descargando aplicaciones de iTunes al igual que realizar llamadas y todo tipo de acciones normales en el móvil. Pero la diferencia es que ahora el móvil puede utilizar aplicaciones no autorizadas por Apple y hacer uso de herramientas de algunas aplicaciones que están solo disponibles para móviles con Jailbreak.
En Estados Unidos el Jailbreak es lega, sin embargo Apple dice que una vez hecho esto se pierde la garantía del producto. Otro riesgo de hacer esto es que en el proceso el móvil o dispositivo puede fallar y quedar inutilizado, para siempre.
Root
Básicamente Root es el mismo proceso que Jailbreak, solamente que este es para los dispositivos con Android, aquí hablamos de móviles, tablets y demás productos que usen este sistema operativo.
Al igual que en Jailbreak, en Root, lo que se obtiene es un estilo de permiso de administración como el que se obtiene en cualquier sistema operativo al estilo Windows o Linux, en realidad más similar a este último, pero para los que no utilizan Linux, Windows es un buen ejemplo.
Rooteando un móvil con Android podremos instalar aplicaciones que antes no podíamos e inclusive podremos utilizar herramientas de otras aplicaciones que antes no podíamos. Pero también podemos desinstalar aplicaciones que vienen de fábrica a las cuales antes no podíamos tener acceso.
Uno de los mayores riesgos de intentar Rootear un móvil es que este puede fallar en el proceso y quedar destruido. Obviamente no destruido con una explosión pero sí destruido desde adentro, en este caso se dice que el mismo queda bricked, este término viene del inglés "ladrillo", ya que luego de romperse no sirve de otra cosa.