
El cerebro depende de los sentidos para adquirir información y enviar señales para nuestras próximas acciones, algo que ocurre de forma casi completamente automática.
Pero, qué pasa cuando nuestro cerebro interpreta de forma equivocada o exagerada lo que los sentidos le dicen. En ese caso, estamos ante un desorden de procesamiento sensorial.
¿Qué es el desorden de procesamiento sensorial?

El desorden de procesamiento sensorial es bastante común, sobre todo en niños, pero hay casos en que se sale de control y afecta fuertemente la vida de las personas.
Podríamos definir al desorden de procesamiento sensorial como una sobre respuesta del cerebro ante los estímulos que recibe a través de los sentidos, en muchos casos algo simple, como tener la cara mojada, se vuelve insoportable o, el usar un sweater de lana provoca sensaciones inaguantables.
Quienes sufren del desorden de procesamiento sensorial, que se presenta normalmente en la más temprana infancia, pueden no tolerar algunas texturas, olores, sonidos o incluso interpretar de forma incorrecta lo que tienen ante sus ojos, lo que los hace parecer torpes o descoordinados.
Las personas con desorden de procesamiento sensorial, son hipersensibles al más pequeño de los estímulos. Esta condición, suele ir acompañada de trastornos como el autismo, hiperactividad o desorden obsesivo compulsivo.
Los médicos que estudian este desorden, explican que la mayoría de los niños y también adultos, tienen un sentido más sensible y que, ante ciertos estímulos, provoca una sensación diferente, pero que eso es totalmente normal.
Cuando esa hipersensibilidad es extrema y se manifiesta ante una gran cantidad de estímulos del día a día, estamos ante el desorden de procesamiento sensorial. Una vez diagnosticado, se comienza a trabajar para equipar a los niños con lo que necesitan para enfrentarlo.
Ver también: ¿Qué es el autismo?
¿Cómo se trata del desorden de procesamiento sensorial?
Imagina estar en un supermercado lleno de luces, colores, olores y sonidos, todos diferentes. Eso es un infierno para quienes padecen de desorden de procesamiento sensorial.
Se cree que 1 de cada 6 niños tiene algún nivel de desorden de procesamiento sensorial, pero son pocos los que lo manifiestan de forma extrema, lo bueno es que suele ir disminuyendo en intensidad a medida que el cerebro madura y sea hace más capaz de procesar estos estímulos y responder de forma adecuada.
Los niños con desorden de procesamiento sensorial, reciben terapia en lugares especialmente equipados para lidiar con sus necesidades especiales. Muchos requieren vestuario especial o estar en ambientes libres de ruido o colores fuertes.
Los terapeutas ocupacionales, en conjunto con los otros profesionales que atienden a estos chicos, recordemos que suele asociarse a otros problemas, especialmente la hiperactividad o autismo, como forma de desarrollar técnicas para funcionar en un mundo lleno de estímulos y que no se pueden controlar.
En niños pequeños, los padres hacen cambios para hacer del hogar lo más amigablemente posible para las necesidades de los chicos. Incluso, hay cines, teatros y centros de juegos que ofrecen sesiones y actividades para niños con problemas sensoriales, permitiéndoles divertirse en un ambiente seguro que no sobreexcite sus sentidos.
El desorden de procesamiento sensorial, puede acompañar a las personas hasta la edad adulta. Con la ayuda de terapeutas, las personas sabrán identificar aquellos estímulos que los complican y construir estrategias para vivir lo más normalmente posible.
Ver también: Patologías que afectan nuestros sentidos
¿Conoces a alguien con desorden de procesamiento sensorial?