¿Puedes aprender mientras duermes? Nuevo estudio encuentra la respuesta
Si también mirabas El laboratorio de Dexter hace unos años, sabrás entender cuando digo « omelette du fromage». Pero te tengo una mala noticia: la frase en realidad no está bien dicha, para ser gramaticalmente correcta debería ser « omelette au fromage».
La frase se hizo famosa cuando en un capítulo de esta famosa caricatura Dexter quiere aprender el idioma francés escuchando grabaciones durante la noche, pero desafortunadamente el disco se queda trancado en una parte en la que una de las personas que están conversando intenta pedir en un restaurante una tortilla de queso, generando en Dexter un trauma que lo lleva a repetir esa frase una y otra vez.
¿En qué constó la nueva investigación?
La nueva investigación —que fue llevada a cabo por la Universidad de Investigación de Ciencias y Letras de París— consistió en tomar a 20 personas para hacerles electroencefalogramas mientras estaban durmiendo, en lo que obviamente no fue el descanso más cómodo de sus vidas.
Mientras las personas estaban durmiendo los investigadores pusieron un sonido blanco —es decir, sin voces, sin palabras, más bien estático— en el cual fueron intercalando sonidos diferentes en forma de patrones.
Las personas que participaron del estudio fueron significativamente más capaces de reconocer los patrones de sonidos durante el día siguiente, insinuando que sus cerebros realmente estaban escuchando durante la noche y que incluso estaban almacenando de cierta forma esa información.
La tarea de reconocimiento hubiera sido realmente complicada si no hubieran escuchado los sonidos durante la noche anterior, según lo que ha señalado el líder de la investigación, por lo que se puede inferir que fue generado algún tipo de efecto positivo.
¡Debemos tener cuidado! No te recomiendo hablar mal de alguien que esté durmiendo cerca, pues podría estar escuchando incluso sin despertarse.
¿Se puede aprender mientras dormimos?
Para aprender realmente mientras dormimos tendríamos que encontrar primeramente una forma de escuchar las grabaciones solo durante las fases positivas, como lo es la fase REM. Las fases del sueño juegan un papel que es realmente importante, dado que los resultados se vieron significativamente influenciados dependiendo del momento en el que eran reproducidos los patrones acústicos.
Mientras durante la fase ligera del sueño y la fase REM —cuando se mueven nuestros ojos y soñamos— los resultados fueron más notorios, la fase profunda no-REM del sueño no solo demostró no favorecer el almacenamiento sino que incluso pareció tener efectos negativos, como generando un problema a la hora de acceder a la memoria.
Por otro lado, es probable que los efectos contraproducentes de estimular al cerebro durante las horas de descanso sean mucho más notorios que los efectos positivos, dado que el sueño es una parte clave de nuestras vidas, y ningún tipo de práctica puede considerarse positiva si tiene más consecuencias malas para nuestra salud que consecuencias buenas.
Los productores del laboratorio de Dexter quizás no estaban tan equivocados: aprender mientras dormimos es relativamente posible, teniendo en cuenta que se pueden almacenar patrones de sonidos, aunque quizás no se pueda aprender un idioma completo escuchando grabaciones.
¿Qué opinas sobre los resultados de esta investigación? ¿Crees que seremos capaces en el futuro de aprender mientras dormimos?
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