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¿Por qué los espejos se colocan inclinados en un periscopio?

3 Nov 2012 – 02:00 AM EDT

Los periscopios son instrumentos ópticos diseñados para observar desde una posición oculta. En su construcción más sencilla consiste en una estructura exterior en forma de tubo, en cuyo interior contiene espejos colocados en cada extremo, ubicados paralelos entre sí y con un ańgulo de 45º respecto de las líneas del tubo.

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Este tipo de periscopio, con unos lentes de aumento agregados, fueron utilizados en la Primera Guerra Mundial para realizar observaciones desde las trincheras. Otros más complejos son utilizados, por ejemplo, en submarinos, y en lugar de espejos incluyen prismas, de modo que la visualización se produce aumentada o disminuida. Ahora vamos a ver por qué los espejos se colocan inclinados y paralelos entre sí en un periscopio.

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Espejos y reflexión de la luz

Estos periscopios simples con espejos ya no se utilizan prácticamente, aunque sí son utilizados aún, y muy necesarios, los periscopios más complejos construidos con prismas, que se usan principalmente en submarinos, por lo que generalmente cuando se habla de periscopios se refiere específicamente a los aparatos utilizados navalmente. 

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Pero el funcionamiento de los periscopios con espejos es muy simple y se puede explicar siguiendo los lineamientos de las más básicas leyes de reflexión de la luz, que se cumplen en los espejos.

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En un espejo plano común, un haz de rayos de luz paralelos, que inciden sobre su superficie, se reflejan de tal modo que cada rayo reflejado se mantiene en el mismo plano que su rayo incidente correspondiente, por lo que el haz de rayos reflejado continúa siendo de rayos paralelos, aunque cambian de dirección.

La segunda ley de la reflexión de la luz indica que el rayo reflejado tendrá el mismo ángulo que el rayo incidente. Por ejemplo, si el rayo incidente llega perpendicular a la superficie del espejo, es decir a 90º, el rayo reflejado también tendrá este ángulo respecto a la superficie del espejo, aunque en dirección contraria; este fenómeno se observa cuando nos miramos en frente del espejo, donde los rayos de luz incidentes proyectan nuestra imagen (y la de los objetos o lugares adyacentes) sobre el espejo, y los rayos reflejados nos devuelven esta misma imagen, pero invertida.

Funcionamiento del periscopio

 Volviendo al periscopio entonces, imaginemos uno convencional que consiste en un tubo horizontal corto por el cual miramos, en cuyo extremo tiene el primer espejo colocado a 45º respecto a las líneas del tubo, y se convierte en un tubo vertical más largo que, a su vez, en el extremo superior tiene el segundo espejo, paralelo al anterior (por lo tanto también a 45º) y termina en otro extremo del tubo más corto y horizontal. 

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En el espejo del extremo superior se reflejarán los objetos ubicados en el área fuera de nuestra visión que queremos observar. Al incidir sobre la superficie del espejo a 45º, siguiendo la segunda ley de reflexión de la luz, se reflejarán a 45º también, por lo que los rayos incidentes y los rayos reflejados formarán entre sí un ángulo recto. Esto permite que los rayos reflejados en el espejo superior acompañen la trayectoria del tubo y se dirijan verticalmente hacia abajo, aunque proyectando la imagen invertida.

Estos rayos reflejados, a su vez, incidirán sobre el espejo ubicado en el extremo inferior y el fenómeno es el mismo: al incidir a 45º se reflejan a 45º formando un ángulo de 90º y acompañando la trayectoria del tubo, volviendo a invertir la imagen, con lo que los rayos reflejados finalmente y percibidos por el ojo que mira corresponden exactamente a la imagen original.

Ahora que ya conocemos el funcionamiento del periscopio, quizás puedan intentar construir uno simple, y comprobar por ustedes mismos este mecanismo. Si intentan este experimento pueden luego comentarnos los resultados.

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