Hace algunos meses tuvimos la grata noticia de que se había descubierto una nueva especie de delfín jorobado en los mares australianos, elevando así la cifra de estos maravillosos cetáceos conocidos, que ya suman alrededor de 80 en todo el mundo. Pero ha tenido que pasar una largo tiempo para que los científicos profundizaran en el estudio de las características de este mamífero marino y por fin se diera a conocer el nombre por el que se conocerá de ahora en adelante. Así que la nueva especie de delfín recibe un nombre por fin, vamos a averiguarlo.
Años para nombrar al nuevo delfín
La determinación de la existencia de esta especie, que popularmente será conocida como delfín jorobado australiano y en términos científicos como Sousa sahulensis, es producto del paciente trabajo de casi dos décadas de un grupo de taxónomos de la Wildlife Conservation Society, quienes se empeñaron en descifrar varias interrogantes existentes alrededor de los delfines jorobados, un grupo polémico desde el punto de vista de la clasificación.
Para terminar con las controversias, que existen desde hace más de un siglo, los expertos revisaron múltiples evidencias desde el punto de vista de la morfología externa, esquelética, de coloración, genética, molecular y biogeográfica, cuyo conjunto proporciona un fuerte apoyo al reconocimiento individual de cada una de las especies de delfines jorobados.
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Las cuatro especies de delfines jorobados
El nombre científico dado a la nueva especie descrita deriva de Sahul Shelf, la extensa plataforma submarina bajo el norte australiano, en el océano Pacífico, región que coincide con el área de distribución de este delfín. Este tiene una aleta dorsal baja, una coloración gris oscura y una marca dorsal muy distintiva que lo distingue de sus parientes.
Las otras especies que completan la cifra de cuatro delfines jorobados son el delfín jorobado del Atlántico ( Sousa teuszii), que presenta una coloración gris uniforme, una joroba prominente y que habita frente a las costas atlánticas africanas; el delfín jorobado del Indo-Pacífico ( Sousa chinensis), que presenta una gran aleta dorsal y su joroba es poco prominente y habita gran parte de los mares del sudeste asiático; y el delfín jorobado del océano Índico ( Sousa plumbea), que se parece mucho al del Atlántico pero su aleta dorsal es más puntiaguda.
Aunque están pendientes los estudios poblacionales y ecológicos, el nuevo paso obligatorio que darán los científicos luego de describir y nombrar este nuevo delfín, se cree que, al igual que las otras especies, se encuentra amenazado por la actividad humana en la región. Por ello deberán trazarse nuevos planes de manejo para evitar la pérdida definitiva del último delfín al que los humanos hemos nombrado.
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