Philae logra el primer aterrizaje sobre un cometa y revela nuevas imágenes
El aterrizador Philae llegó por fin al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko y se posó sobre él, dando esperanzas de nueva información sobre su conformación y trayectoria. La misión Rosetta está saliendo victoriosa en este largo camino, dando grandes pasos en la exploración espacial.
Los miembros de la Agencia Espacial Europea festejaron la llegada luego de 7 largas horas, pero sufrieron por instantes cuando se dieron cuenta que los dos arpones de la nave no la había sujetado correctamente a la superficie. Probablemente la gravedad la hizo saltar una vez, antes de que finalmente se quedara en el suelo.
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Las primeras imágenes
Ya instalado en la superficie, Philae comenzó a enviar algunas imágenes que muestran un paisaje con muchos pozos, precipicios y cráteres. Esta información hará que los estudios avancen rápidamente.
Uno de los datos principales que puede aportar la misión Rosetta es la formación del Sistema Solar. Los cometas son tan antiguos que poseen materiales de la misma edad que nuestro sistema. Además, se puede estudiar como fue que los cometas transportaron agua y material orgánico a los planetas, siendo posibles generadores de vida. La vida en la Tierra podría haber empezado de esa manera.
Un enorme logro
En 1986 una misión de la NASA atravesó la cola del cometa Halley y en el año 2005 una nave lanzó bloques de cobre al cometa Tempel 1. Sin embargo, nunca se había logrado un acercamiento tan cercano y mucho menos un aterrizaje.
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La Agencia Espacial Europea lanzó a Rosetta hace una década, y desde entonces ha viajado mucho para poder alcanzar la órbita del cometa. En este momento se encuentra a una distancia tan grande de la Tierra, posicionado entre las órbitas de Marte y Júpiter, que las señales de radio viajan muy lento desde nuestro planeta hasta la nave. Es por eso que un seguimiento en tiempo real del aterrizaje se hizo imposible, y todo fue calculado previamente.
La elección del sitio
La forma extraña del cometa y su superficie llena de cráteres y precipicios hizo peligrar la misión. Si algo salía mal, el aterrizaje y todo el plan podían resultar perjudicados. Para esto Rosetta pasó semanas girando en torno al cometa generando un mapa y decidiendo un punto específico de aterrizaje. Debía ser plano pero con suficiente luz para recargar las baterías de Philae. El sitio elegido se llamó luego Agilkia.
Una vez instalado en la superficie, deberá tomar muestras y utilizar algunas herramientas que tiene en él. Por ejemplo, se tomará material del suelo y se quemará para analizar los gases producidos. Philae puede seguir trabajando hasta marzo del próximo año, cuando el calor sea demasiado como para que los equipos electrónicos funcionen. Sin embargo la misión Rosetta con su nave principal estará activa hasta diciembre de 2015, y puede extenderse dependiendo del combustible restante.