No extrañas a tu ex, sólo a su perfume: te explicamos por qué olía diferente en él
Probar los perfumes es esencial antes de comprarlos. Si alguna vez adquiriste uno porque parecía irresistible en otra persona, pero al probarlo en ti fue una total decepción, no te preocupes, es normal.
Durante años, la Academia Americana de Dermatología (AAD, por sus siglas en inglés) ha estudiado los diferentes efectos de los perfumes en la piel. Aunque tienen documentos muy específicos en casos aislados, también existen investigaciones más cotidianas.
Una de ellas, corresponde a determinar por qué las fragancias, aunque tengan una fórmula estándar desde su fabricación, huelen diferente según la persona que las porte.
La única respuesta la tiene el pH de la piel, mismo que no sólo es esencial para dar pistas sobre la salud integral de un individuo, sino para determinar gran parte de su apariencia.
¿Qué es el pH de la piel?
El pH es una medida de acidez o alcalinidad que indica la cantidad de iones de hidrógeno presentes.
En la piel, es un manto natural que la protege de agentes externos. Se mide en escalas del 1 al 14.
Un pH saludable se encontrará entre las cifras 4 y 5.9. Éste punto se traduce en una piel tersa y humectada, y por lo tanto, con tendencia a que las fragancias repliquen mejor su fórmula original.
Una prueba de orina o saliva puede determinar con seguridad tu pH en el consultorio de un dermatólogo, pero en general, notarás si es saludable cuando pruebes un perfume en ella: si todo está en orden, no sólo lo percibirás como en el empaque original, sino que durará más tiempo impregnado.
¿Qué factores influyen para que el pH cambie el olor de los perfumes?
El pH está relacionado de manera principal a la genética, al género y a la edad.
Sin embargo, una dieta poco equilibrada puede alterarlo de forma negativa; reflejándose en una piel seca, demasiado grasosa o sudorosa.
Mientras que los dermatólogos siempre recomiendan una dieta balanceada para mantener la piel saludable, también ofrecen alternativas de fragancias para cada problema:
- Si tu piel es seca debes procurar el uso de lociones hidratantes por la mañana. En cuestión de perfumes, es preferible que optes por aquellos con bouquet dulce y/o con toques de madera. Evita los aromas ácidos porque nunca durarán impregnados.
- Si tu piel es grasosa o sudorosa, evita a toda costa las fragancias invernales o dulces: las glándulas sebáceas pueden acabar intensificando el desagradable olor del sudor. Es mejor optar por perfumes florales o cítricos.
Más allá de mejorar tu alimentación y de las recomendaciones específicas que ya fueron citadas, prueba el perfume de tu preferencia antes de llevarlo: rocíalo en la muñeca antes de adquirirlo y espera al menos dos horas para tomar una decisión.
Si después de ese tiempo aún te agrada el olor o no se ha esfumado, adelante.
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