¿Te has fijado que muchas veces conocemos a una persona y decimos que no nos agrada tan solo de mirarla? Solemos llamar a esto instinto, buena intuición o, más técnicamente, ojo clínico. Sin embargo, la mayoría de nosotros ignoramos que este fenómeno tiene una explicación científica. Si sigues leyendo, aprenderás qué son las microexpresiones y qué función tienen en nuestra comunicación.
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Signos faciales de comunicación
Como cualquier otro medio que conocemos, el rostro es una vía que poseemos para expresar información sobre nosotros y el mundo que nos rodea. Existen algunos signos faciales de comunicación que captamos cuando entablamos relación con otro ser humano.
- Estructura facial y tono muscular: son dos vehículos importantes a través de los cuales leemos mensajes sobre quién es nuestro interlocutor. Si es un rostro angular o redondeado, si tiene arrugas o no, todo ello nos permite hacer asociaciones a partir de la información que ya acumulamos y emitir juicios.
- Cambios faciales: las sonrisas, fruncir el ceño, entre otros, nos brindan información sobre el estado de ánimo de la otra persona.
- Expresiones faciales básicas: alegría, tristeza, miedo, ira, disgusto, sorpresa y desdén son las 7 expresiones que los expertos han encontrado en todas las culturas.
¿Qué son las microexpresiones?
Todos los anteriores signos faciales de comunicación tienen un factor en contra: las personas tienden a mostrar a través de ellos su verdadera naturaleza y sentimientos, a veces hasta de manera inconsciente, y el resto de los humanos es capaz de descifrarlos.
Por tanto, desarrollamos mecanismos para controlar estos signos, máscaras que nos protegen de revelarnos tal cual somos, pero entre uno y otro se deslizan furtivamente expresiones que en ocasiones duran fracciones de segundos.
Se les denomina microexpresiones y son tan veloces que pueden pasar desapercibidas tanto para el propio emisor como para el interlocutor. Estudios revelan que solo un 10% de individuos ha sido capaz de captar una microexpresión de manera consciente.
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Estas señales faciales son la expresión real de los sentimientos e intenciones del sujeto, más que aquellas que conscientemente está intentando trasmitir. Una persona puede estar mostrando una expresión de valentía al enfrentarse a otra y, al mismo tiempo, escapársele una microexpresión de miedo.
Lo más interesante de este fenómeno en la comunicación humana es que, aun cuando uno no sea consciente de que la otra persona está transmitiendo una microexpresión, esta influye nuestra actividad cerebral y altera la información que hemos obtenido a partir de las expresiones faciales.
Ahora entiendes por qué a veces no te agrada una persona sin causa aparente. La explicación científica reside en las microexpresiones que, aunque furtivas, constituyen un poderoso mecanismo de nuestro sistema nervioso para establecer la comunicación humana.