Los osos panda han gozado de gran popularidad en los últimos tiempos, y no solo gracias a personajes animados con habilidades en milenarias artes marciales, sino también por una intensa y sostenida campaña para recuperar la especie, que es considerada en peligro de extinción oficialmente desde 1990.
Ahora, una buena noticia: los panda ya no son una especie en peligro de extinción.
Su estatus oficial, de acuerdo a la IUCN (siglas en inglés de la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza), ha pasado a ser el no tan drástico pero de todas maneras cuidadoso término de «vulnerable».
Es un grado menor de peligro para la especie.
Este cambio fue originado por la comprobación de un aumento de 17% en la población de osos panda, entre 2004 y 2014.
En el último censo de alcance nacional, llevado a cabo en China en 2014, se determinó que había un total de 1864 pandas viviendo en la selva, comparados con los 1596 estimados en la medición anterior, de 2004.

El estado de vulnerabilidad de la especie se mantiene porque, según la IUCN, en los próximos 80 años el cambio climático podría destruir hasta un 35% de las selvas de bambú en la que viven los pandas en China, siendo además el bambú su alimento principal y casi exclusivo.
El comunicado oficial de la IUCN reconoce la efectividad de las medidas tomadas por el gobierno chino en los últimos años para preservar la especie, pero también advierte que estos esfuerzos deben mantenerse y que nuevas amenazas deben ser tomadas en cuenta. Los osos panda han estado en la lista de especies en peligros de extinción de la IUCN desde la década del 90, pero en China han sido una preocupación para las autoridades y grupos ecológicos desde mucho antes.
Los osos panda fueron víctimas de la caza furtiva desde tiempos inmemoriales, pero su situación se agravó a mediados del siglo pasado con el crecimiento poblacional de China, la agricultura y la deforestación, que afectaron su hábitat natural y los desplazaron.
Cuando la preocupación se volvió mayor, producto de la inexperiencia y el desconocimiento, muchos en China creyeron que la solución para protegerlos era ponerlos en cautiverio, haciendo todavía más limitada su reproducción y poniéndolos más en peligro.
Recién a partir de los 90, con varias leyes más adecuadas y severas, comenzaron a mejorar las posibilidades de supervivencia de la especie, y en algunos lugares a aumentar su población.
Esperemos que la población de osos panda siga aumentando y sigamos teniendo bebés panda que estornudan o pandas adultos que molestan a los clientes de los supermercados por mucho tiempo más.