Ciencia y Tecnología

Los increíblemente clarividentes sabios de la antigüedad: Aristarco

5 Ene 2016 – 10:00 AM EST
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Un visionario que fue capaz de decir, hace 22 siglos, que la Tierra no era el centro del universo.

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Primer cuestionador del modelo geocéntrico

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El modelo geocéntrico de la Tierra como centro del universo y todo lo demás girando alrededor de ella, fue un paradigma dominante en la astronomía, incluso hasta la Edad Moderna, aunque solo fuera porque el Santo Oficio de la Inquisición estaba muy pendiente de llamar a capítulo a los que propusieran teorías extrañas.

Hubo que esperar hasta el Renacimiento, para que la ciencia terminara por abandonar el modelo geocéntrico, aceptando el sistema heliocéntrico, argumentado por el sacerdote polaco Nicolás Copérnico. Después se supo que ni siquiera el Sol es el centro del universo, a lo sumo, del sistema solar.

El primero en atreverse a proponer la idea de un modelo heliocéntrico, colocando al Sol y no a la Tierra como el rector del universo conocido, fue Aristarco de Samos (¿310? -  ¿230? a. e. c.). Ya te imaginarás que se ganó una rechifla general.

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¿Y por qué las estrellas casi no cambian de lugar?

A los astrónomos de la antigüedad les costaba aceptar que la Tierra pudiera moverse alrededor del Sol porque no sabían cómo explicarse por qué entonces las estrellas parecían estar más o menos quietas en el firmamento. Desconocían la noción matemática del paralaje (es posible que hayas leído «el paralaje» y «la paralaje», los dos géneros son admitidos por la RAE).

La paralaje es la « variación aparente de la posición de un objeto, especialmente un astro, al cambiar la posición del observador» y fue desarrollado muchos siglos después de la época clásica. El primer astrónomo en calcular la paralaje de una estrella fue el alemán Friedrich Bessel, quien lo hizo en 1838 con la estrella 61 Cygni, de la constelación El Cisne.

Al estar las estrellas tan inmensamente lejos, cosa que no se imaginaban los antiguos astrónomos, la Tierra gira alrededor del Sol, pero aquellas pareciera que no cambian de lugar. Fue Aristarco el primero en postular que las estrellas estaban muchísimo más lejos que el Sol y la Luna, aunque no llegó a imaginarse las inconmensurables distancias, proporcionando sin embargo una explicación empírica a la paralaje.

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Distancias hasta la Luna y el Sol

Los colegas de Aristarco sostenían que las distancias entre la Tierra y la Luna y entre la Tierra y el Sol no eran considerablemente diferentes, basados en el tamaño aparente de estos astros a simple vista. Aristarco de Samos percibió que el modelo heliocéntrico necesitaba que el Sol estuviera significativamente más lejos.

Con la geometría y los rudimentarios instrumentos de medición de la época, hizo sus cálculos y estimó que el Sol estaba 20 veces más lejos que la Luna. Ya sabemos que realmente el Sol está unas 400 veces más lejos, pero recuerda que este hombre sacó sus cuentas hace 2200 años y sin telescopio.

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