Los científicos descubrieron una nueva forma de tornado de fuego que tiene una sorprendente aplicación ambiental
El primer registro fósil de fuego data de hace 470 millones de años atrás, en el período Ordovícico Temprano. El fuego podría haberse iniciado de modo natural por combustión de la biomasa (plantas) y niveles de oxígeno atmosférico mayores a 13 %.
Muchos años más tarde, hace 800 mil años, el Homo erectus descubrió el fuego y más tarde aprendió a utilizarlo.
Desde entonces, lo hemos dominado en distintas formas. Sin embargo, al parecer no lo conocemos del todo.
Tornado de fuego azul
Un grupo de científicos descubrió un nuevo tipo de fuego, denominado «remolino azul», que tal como lo indica su nombre es de color azul y forma una especie de remolino.
El fuego en forma de remolino sucede naturalmente cuando se combina un aumento de calor y un viento turbulento. De hecho, puede aparecer en condiciones naturales, tanto en incendios forestales como urbanos. Estos remolinos de fuego están formados por una llama núcleo que gira sobre una columna de aire, pero suelen tener los colores azul y amarillo.
La idea de un tornado de fuego en cualquier aplicación es algo espeluznante, pero el ingeniero Michael Gollner, de la Universidad de Maryland, explica que si este «remolino azul» es comprendido podría sin duda ser también controlado y utilizado. De hecho, una de las usos más prometedores este «remolino azul» es que puede quemar combustible de forma más limpia y eficiente y así podría contribuir a la limpieza de los derrames de petróleo.
Cómo surgió el «remolino azul»
En el laboratorio, los científicos crearon una simulación de derrame de petróleo y colocaron unos cilindros de cuarzo para tirar aire frío y así crear un remolino de fuego. Sin embargo, en vez de formarse el habitual remolino alborotado, el remolino se tornó azul y sumamente calmo por una duración de 8 minutos.
El color que adoptó el remolino indica que el petróleo está siendo quemado por completo minimizando las emisiones de carbono. Sin embargo, los investigadores reconocen que falta mucho trabajo por hacer para entender del todo este descubrimiento. Tal como explica uno de los investigadores, Huahua Xiao:
Lo primero que los científicos deben intentar es replicar este remolino azúl fuera del laboratorio, y eventualmente, podrían aplicarlo para limpiar con mayor eficiencia los derrames de petróleos.
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