Los asombrosamente lúcidos sabios de la Edad Media: Avicena
Avicena fue un persa que vivió hace un milenio, destacando en varias ciencias, sobre todo en Medicina. Mira los hechos fundamentales de su vida en 5 breves notas.
Avicena como matemático
Los principales maestros de cálculo en la antigüedad eran los comerciantes, hombres acostumbrados a contar codos de géneros, pintas de vino, arrobas de trigo y sobre todo número de monedas. El primer maestro de Avicena fue un mercader amigo de su padre.
El chico aprendió los fundamentos de la ciencia de los números con el negociante y luego con su obra sería uno de los primeros divulgadores de las matemáticas, la física y otras ciencias. Omar Khayyam, el gran científico persa que nació aproximadamente 11 años después de la muerte de Avicena, señaló que la obra de este fue lo que lo estimuló a interesarse por las matemáticas y la astronomía.
Para ampliar, te recomendamos echarle un vistazo a nuestro artículo « Los asombrosamente lúcidos sabios de la Edad Media: Omar Khayyam».
Avicena como lógico
Como filósofo, Avicena estudió la lógica aristotélica desarrollada por el sabio griego 1400 años antes y la enriqueció con sus propios aportes. Avicena llamaba a la lógica « la piedra de toque de la ciencia» y postuló que « un saber que no ha sido pesado en la balanza de la razón no es un saber auténtico».
Los silogismos de Aristóteles, basados en dos premisas o proposiciones categóricas para obtener una conclusión, fueron mejorados por Avicena incorporando juicios hipotéticos.
- También te recomendamos leer: «Los increíblemente clarividentes sabios de la antigüedad: Diofanto de Alejandría»
Avicena como médico
Avicena es uno de los grandes médicos de la historia y sus enciclopédicos conocimientos, que asombran por su amplitud para un hombre que vivió hace mil años, están recogidos en dos obras monumentales: El canon de medicina y El libro de la curación.
Fue Avicena quien primero estudio sistemáticamente al agua y a la tierra como medios de transmisión de enfermedades y quien estableció el carácter contagioso de la tuberculosis. Además, realizó notables distinciones entre las enfermedades de la piel y las afecciones de transmisión sexual. ¿Conoces las lavativas rectales? Esperamos que no hayas tenido que sufrir esa incomodidad, sin embargo, es bueno que sepas que fue este hombre quien las impuso como práctica curativa hace ya un milenio.
A Avicena no le gustaban las ratas, animales en los que percibía su capacidad para la transmisión de enfermedades. La pandemia más devastadora de la historia, la peste negra, le daría la razón 350 años después.
- También te recomendamos leer: «Los increíblemente clarividentes sabios de la antigüedad: Imhotep»
Avicena como precursor del fitness
Avicena fue pionero en relacionar la salud física con la salud mental. Prescribía los ejercicios físicos y una adecuada hidratación para mantenerse sano y en forma y recomendaba la práctica de las relaciones interpersonales con el mismo objetivo.
Avicena y la leyenda de su muerte
Existe una leyenda de que Avicena experimentó con su propia muerte, intentando conseguir la inmortalidad. El cuento no se aviene muy bien con un espíritu que privilegiaba el razonamiento en todo su quehacer; sin embargo, te lo vamos a contar por constituir un episodio curioso en torno al gran científico.
Cuando sentía que su vida se le escapaba, Avicena ordenó a uno de sus discípulos más fieles que le administrara 40 medicamentos que había preparado para la ocasión. Para fascinación de su alumno, el moribundo maestro iba experimentando una mejora asombrosa con cada remedio administrado hasta que le llegó el turno al último. Presa de una gran agitación, el joven derramó el medicamento y Avicena comenzó a agonizar hasta que expiró.
El mito ilustra el prestigio del gran médico, al que creyeron capaz de vencer a la muerte.
¿Conocías los singulares aportes a la ciencia de este hombre que vivió hace mil años? ¿Qué te han parecido?