Los asombrosamente lúcidos sabios de la Edad Media: Al-Razi
Abu Bakr Muhammad ibn Zakariya al-Razi fue un sabio persa que vivió entre los años 865 y 925, y realizó brillantes contribuciones en varias ciencias, que te presentamos en 7 breves notas.
El útil alambique
Uno de las invenciones que hay que agradecer es la del alambique, el aparato que permite destilar líquidos primero calentándolos y luego condensándolos. En el intermedio sale en forma de gas lo que se desea separar para otro uso o rechazar. Fue el punto de partida de muchos buenos tragos que se preparan con frutas fermentadas que hoy disfrutamos. Este sencillo proceso permite producir también medicinas, perfumes y otros bienes. El alambique fue inventado por Al-Razi hace 1.100 años.
El humilde querosén
Antes de la masificación de la energía eléctrica y del uso doméstico del gas natural, el queroseno o querosén fue el combustible que permitió encender las lámparas y cocinas en cientos de miles de hogares en todo el mundo. El primero en destilar petróleo para obtener querosén fue Al-Razi.
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Dos viejos productos químicos
El ácido sulfúrico es el químico de mayor producción mundial, por lo que es llamado la « locomotora de la industria» Su amplio uso proviene de su participación en la síntesis de varios productos químicos y petroquímicos, entre estos los fertilizantes. El primero en obtener ácido sulfúrico fue Al-Razi, quien lo consiguió destilando en su alambique una solución a base de agua, sulfato de hierro y sulfato de cobre.
El alcohol etílico es tan importante como el ácido sulfúrico en la vida actual, incluso si los abstemios desean excluir las bebidas alcohólicas. El primero en obtener etanol fue Al-Razi.
Le alcanzó el tiempo para escribir 184 libros
La entrega de este persa a la ciencia fue tal que, aparte de sus inventos y descubrimientos, fue capaz de escribir 184 libros sobre medicina, química, siquiatría, neurología, física y otros temas que abarcó con su monumental saber. Sus tratados sobre la viruela y el sarampión marcaron toda una época durante la Edad Media. Hombre de una era en la que muchas personas se pasaban media vida viajando, por nomadismo o por lo lento de los transportes, tuvo la práctica idea de publicar una Guía para el médico nómada. Tampoco olvidó a la mayoría de sus contemporáneos, las personas de bajos recursos, y escribió un Libro para quien no tiene acceso a un médico.
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El primer laboratorio farmacológico
Al-Razi diseñó morteros, ampollas, frascos y espátulas, parecidos a los que seguimos viendo en los laboratorios de química de la actualidad y produjo pomadas y cremas para aliviar las lesiones y dolencias en la piel de la gente de su tiempo. Tampoco la Farmacia escapó a su sana bulimia como escritor.
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No le temas a la fiebre
La fiebre era muy mal augurio en la antigüedad porque tras ella venía la muerte con demasiada frecuencia. El primero en postular que la elevación de la temperatura corporal era consecuencia del proceso de defensa del organismo frente a las enfermedades fue este sabio. También fue el primer médico que estudió sistemáticamente las alergias, descubriendo el asma alérgica.
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Pionero de la neurología y de la siquiatría
Al-Razi fue un estudioso del sistema nervioso, un campo que intimidaba a los médicos de su tiempo por su incomprensible complejidad. Postuló que los nervios desempeñaban un rol fundamental en la sensibilidad corporal e identificó 31 nervios espinales y 7 del cráneo. Al-Razi fue el primero en comprender que los enfermos mentales debían estar en un pabellón especial, tanto por su propia salud como por la de los demás pacientes y el hospital de Bagdad que dirigió fue el primero de la historia con esta separación.
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