Actualidad

#LochteGate: El privilegio del hombre blanco y los medios

22 Ago 2016 – 12:30 PM EDT

Ryan Lochte es un gran nadador que tuvo la mala suerte de competir contra Michael Phelps en su carrera. Él, muy cándido, se refiere al tema asegurando que competir contra el mejor nadador de todos los tiempos, lo hace un mejor atleta. Lochte igual es medallista olímpico, tanto en Londres 2012 como en Río 2016. Pero Ryan no hizo titulares por sus logros deportivos, ni siquiera por unirse al club de los deportistas platinados.

No, Lochte hizo y sigue haciendo titulares por el llamado #LochteGate. Verán, Lochte y otros tres nadadores del Team USA: James Feigen, Jack Conger y Gunnar Bentz, se fueron de fiesta una noche mientras aún se encontraban en Río de Janeiro, pero luego de haber concluido sus actividades atléticas.

Publicidad

No sabemos exactamente cómo fue la fiesta o qué hicieron los nadadores. Lo que sabemos es que luego Ryan Lochte dijo que había sido víctima de criminales esa noche junto a sus compañeros. Según él, unos hombres vestidos de policías les amenazaron con armas de fuego y les robaron.

Esto, claro, causó un estupor internacional. Pero peor escándalo fue lo que se descubrió a raíz de esto. Yo no sé si Lochte pensó que su palabra iba a ser suficiente para que nadie dudara o investigara el caso. Tal vez pensó que los reportes de alta tasa de criminalidad en Río serían suficientes para que nadie diera otro vistazo al asunto.

Pero lo que es, realmente, es un claro caso de privilegio racial. Porque si Ryan Lochte fuera un hombre negro, otro gallo cantaría, como dicen en mi tierra. Por ejemplo, recordemos a Mike Brown, el joven de 18 años asesinado por un policía en Ferguson, Estados Unidos. La realidad es que los nadadores vandalizaron una estación de servicios en la que se detuvieron, presuntamente a utilizar el baño.

" Lamentablemente los nadadores han dicho una mentira tras otra", dijeron las autoridades brasileras. " Hemos podido determinar que no hubo asalto a mano armada". Lochte y sus amigos hicieron una parada en la estación de gasolina la madrugada del domingo, en un suburbio de Río, donde procedieron a romper la puerta del baño. El dueño de la estación de servicio explicó que los atletas estadounidenses vandalizaron su propiedad orinando en una de las paredes.

Publicidad

Un guardia de seguridad que se encontraba armado, llegó para confrontar a los intrusos. Las autoridades aseguran que al menos uno de los nadadores atacó físicamente al vigilante de seguridad. Eventualmente los atletas dieron 50 dólares en efectivo por los daños causados.

Pero luego de las declaraciones de Lochte, un juez emitió la orden de retirarle el pasaporte para poder interrogarlo sobre el caso. El problema es que Ryan ya estaba en Estados Unidos. No sus compañeros, quienes fueron detenidos para que dieran sus declaraciones sobre los hechos.

Ahí comenzaron a surgir datos que dejaban en evidencia las declaraciones de Lochte. Ryan es el único que mantiene su versión, bueno, la versión con la que decida quedarse, porque la ha cambiado un par de veces, pero él insiste en decir que fue víctima de una asalto.

"Quisiera disculparme por mi comportamiento el pasado fin de semana. Por no ser más cuidadoso y sincero en la forma en que describí los eventos de esa madrugada y por mi papel en quitar la atención de los otros muchos atletas cumpliendo sus sueños de participar en unas Olimpiadas. Esperé a compartir estos pensamientos una vez que se confirmará que la situación legal había sido manejada y que estuviera claro que mis compañeros llegarían a casa a salvo. Es traumático salir tarde por la noche con tus amigos en un país desconocido, con una barrera de lenguaje, y tener a un extraño apuntarte con una pistola, exigiendo dinero para dejarte ir. Pero independientemente del comportamiento de nadie aquella noche, yo debí ser más responsable en la forma en que me comporté y por eso me disculpo con mis compañeros, mis fans, los otros competidores, mis patrocinadores y con el anfitrión de este gran evento. Estoy muy orgulloso de representar a mi país en una competencia Olímpica y esta fue una situación que pudo y debió ser evitada. Acepto la responsabilidad por mi parte en los hechos y he aprendido una lección valiosa. Estoy agradecido con mis compañeros de Natación de los Estados Unidos y con el USOC. Aprecio todos los esfuerzos del Comité Olímpico Internacional, el comité anfitrión de Río 2016 y a la gente de Brasil que nos dio la bienvenida a Río y trabajó tan duro para garantizar que estos Juegos nos dieran una vida de memorias grandiosas. Ya se ha dicho mucho y se han invertido demasiados recursos valiosos en lo ocurrido el pasado fin de semana, así que espero que pasemos nuestro tiempo celebrando estas grandes historias y las presentaciones de estos Juegos y veamos hacia adelante para celebrar los éxitos del futuro."

Pero independientemente de conocer lo que realmente ocurrió aquella madrugada o lo que llevó a Lochte a mentir. Vamos a darle un vistazo al lenguaje y manejo de la situación. Porque si algo queda claro es que no solo existe una clara ventaja racial en cómo vemos y tratamos estos escándalos, sino que los medios y las instituciones juegan un papel fundamental.

Ya lo hemos visto, de hecho lo vemos todo el tiempo, lo que ocurre es que no nos damos cuenta. Especialmente si nuestra piel es más bien blanca. Un atentado en Francia provoca conmoción mediática global, una masacre en Irak apenas tiene titulares. No es que no tengamos razón en horrorizarnos de lo ocurrido en Francia o cualquier lugar de Europa o de la cultura occidental.

Publicidad

El problema es que nos presentan los horrores que ocurren en otras culturas con una apatía que nos desliga. Como si esa gente no fuera tan gente como el resto. Lo mismo ocurre con las personas negras. Y no, no es solo en Estados Unidos.

Cargando ...
"Es insultante ver como a Gabby Douglas (20) se la acusa de tener que mejorar su actitud en Río, pero #LochteGate y sus amigos son solo niños que se pusieron ruidosos".

A Douglas ya la mencionábamos en una entrada anterior. Pero Gabby también fue objeto de críticas por no tener una actitud patriótica durante el himno estadounidense luego de ganar con las Final Five el oro por equipo. Léase que no se llevó la mano al corazón.

"Así que todos ustedes van a defender a Ryan Lochte, pero se enfurecen con Gabrielle Douglas porque no se llevó la mano al corazón durante el himno #LochteGate"
Cargando ...
"Gabby Douglas fue destruida por dónde colocó su mano. Él orina en un negocio, le echa la culpa al país anfitrión y la gente lo defiende. #LochteGate"
Cargando ...
"Si fueran atletas negros los que hicieran los de #LochteGate, los titulares leerían 'Matones de Black Lives Matter causan terror en las Olimpiadas"
Cargando ...
"Es curioso como 'los chicos son chicos' se aplica a destrucción de propiedad voluntariamente en #LochteGate, pero no en el caso de Tamir Rice que jugaba solo en un parque"

Tamir fue un chico de 12 años asesinado por la policía mientras jugaba en un parque con una pistola de juguete.

Y así es como Ryan Lochte se une a Hope Solo en la lista de villanos olímpicos. ¿Por qué Hope Solo? La portera del mejor equipo femenino de fútbol en la actualidad puso la nota antes de comenzar su actuación en Río y justo al terminarla. Primero colgando imágenes con burlas a la situación del zika en Brasil, lo que le valió una lluvia eterna de abucheos cada vez que tocaba el balón. Y al final siendo una mala perdedora y llamando a las suecas cobardes (por eliminarlas, supongo)

Es cierto que todos, todos, hasta los que no queremos, tenemos reacciones racistas como en automático. Nuestros prejuicios hacia los negros, árabes y asiáticos, incluso los propios latinos, es real (y espantoso). Pero el problema principal está en el racismo sistemático y el de los medios.

Publicidad

Las instituciones tienen una columna vertebral racista y machista, también homofóbica. Lo medios usan un lenguaje que es tan parcializado que ya ni nos damos cuenta de él.

Insisto en que los medios no tienen obligación de educar a nadie, pero tienen una responsabilidad importante, porque tienen un poder importante. Los medios masivos marcan la pauta de las conversaciones. Es importante cambiar eso, puede que parezca que no podemos hacer mucho, pero cada granito de arena ayuda. Manifestar incomodidad por esta tendencia, incluso en las redes sociales, es positivo. Siempre haciéndolo con racionalidad y sin caer en la trampa de los trolls, que sólo quieren arrastrarnos hasta su altura.

Tampoco se trata de estar en contra de los hombres blancos, se trata de justicia, respeto y objetividad, que es lo mínimo que deben mostrar las instituciones y los medios. Y en general lo mínimo a lo que debería aspirar cualquier ser humano decente.

Publicidad