Le debemos los aguacates a los mamuts... y a unos cavernícolas curiosos
El aguacate es uno de los frutos de moda en el mundo, pero siempre han sido favoritos en México. Lo tenemos tan cercano a nosotros que quizá nunca hemos pensado que estuvo al borde de la extinción.
La existencia del aguacate en la actualidad se explica a través del anacronismo evolutivo, una teoría que la investigadora Connie Barlow detalla en su libro The Ghost of Evolution: Nonsensical Fruit, Missing Partners and Other Ecological Anachronisms.
Esparciendo la semilla
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Barlow explica que las frutas se producían de forma natural en la prehistoria gracias a que los animales las comían y, al defecarlas, las semillas quedaban plantadas en el suelo provocando que germinaran nuevamente.
Al llegar la era Cenozoica, el aguacate alcanzó su mejor momento evolutivo gracias a la intervención de los grandes mamíferos, especialmente el perezoso gigante, los mamuts y lo gonfotéridos (parientes lejanos de los elefantes).
Estos tragaban la semilla la fruta y durante su recorridos por América del Norte, lo llevaron a lo que hoy es actualmente Florida (de donde toma nombre un tipo de aguacate) y de la misma manera hacia otras zonas del continente. Este proceso natural se conoce como “dispersión de semillas”.
Sin embargo, Barlow señala que el aguacate salvaje (producido por dispersión de semillas) debió haberse extinto a raíz de la desaparición de lo grandes mamíferos, pues eran los únicos capaces de masticarlos, digerirlos y esparcirlos.
El anacronismo evolutivo del aguacate
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El aguacate comenzó a producirse a través del cultivo luego de que el ser humano descubriera y perfeccionara los métodos de siembra, pero eso no podía suceder sin que antes el fruto subsistiera y germinara por su cuenta (y con ayuda de los animales que la podían ingerir).
Barlow especifica en su investigación que entre el 70 y 80 por ciento de la megafauna desapareció del continente americano durante el Pleistoceno y ningún otro animal herbívoro tenía las características necesarias para transportar la semilla de aguacate.
¿Recuerdas como la ardilla de La Era de Hielo intentaba enterrar su nuez? Una teoría de Barlow dice que quizá los roedores pudieron encontrar las semillas gigantes del aguacate y enterrarlas como lo intenta el animalito de la película.
La científica incluso señala que algunos felinos pudieron comerla ya que sus cuerpos podían almacenar pedazos enormes de carne, pero esta idea y la de los roedores han sido descartadas por falta de pruebas concretas.
El hecho de que hoy exista el aguacate hace que Connie Barlow le señale como un anacronismo evolutivo, es decir, un objeto fuera de la época que le corresponde. No hay explicación concreta que justifique que hoy se puedan producir, pero gracias a la agricultura-y a lo que sea que haya pasado- aún lo podemos disfrutar.
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