Las apariencias engañan: observa como esta oruga simula ser una feca para sobrevivir
El mimetismo es uno de los logros más interesantes que ha dado la evolución. Básicamente, la idea es que un organismo, ya sea un animal o una planta, se asemeje a otro (o a su entorno) para tener algún tipo de beneficio.
En el increíblemente diverso reino animal existen numerosos casos de mimetismo. Algunos más conocidos que otros, como por ejemplo, los maestros del camuflaje: los bichos palo. En esta oportunidad vamos a ver un caso de mimetismo un tanto escatológico. ¿Quién hubiese pensado que parecerse a una feca podría ser beneficioso? Pues, esta especie de oruga así lo cree... y mal no le va.
Artistas del engaño
Un grupo de investigación japonés estudió a fondo estas singulares orugas. Sospechaban que la conformación enroscada, asemejándose a una feca, podría ser una adaptación significativa para su supervivencia. Para ello, llevaron a cabo una serie de ensayos de campo, empleando la oruga Apochima juglansiaria (ver video debajo) .
Las aves, sus predadores naturales, no son fáciles de engañar. En el momento en que las orugas se desenroscan, su acto de engaño pierde verosimilitud y terminan siendo un suculento bocado para los pájaros. En este sentido, los científicos creen que, al adoptar la conformación enroscada, su predación disminuye un 33%.
Tanto la coloración, similar a las heces de las aves, como la conformación rizada que adoptan, resultaron ser adaptaciones muy valiosas, capaces de engañar a los pájaros más astutos. Otras orugas, como Macrauzata maxima o Acronicta alni y hasta algunos arácnidos (ver video debajo) también adoptan estrategias semejantes.
La conformación rizada en orugas con este tipo de coloración es común. Sin embargo, hay varias especies similares que no adoptan esa postura. El próximo paso de las investigaciones será dilucidar las presiones ecológicas que gobiernan estas discrepancias.