Ciencia y Tecnología

La mejor copa de champagne según los científicos

9 Mar 2012 – 12:00 PM EST

Para los que piensan que la ciencia es aburrida y que solo se ocupa de temas lejanos y misteriosos, hoy en OjoCientifico vamos a ver que los científicos también son humanos y que también brindan.

Publicidad

La mejor copa de champagne

an image

El champagne y otros vinos espumantes se sirven tradicionalmente en dos tipos de copas diferentes: la copa en forma de flauta, de cuerpo largo, y la copa tradicional de champagne francesa, una copa baja de boca muy ancha. Se cree que sus formas geométricas diferentes les confieren propiedades diferentes al champagne.

Se han debatido las ventajas e inconvenientes de ambos tipos de copas de champagne en muchas revistas de vinos y en muchas charlas con amigos, aunque nunca con datos científicos analíticos que las rebatieran. Parece que los científicos también tienen amigos y también toman champagne, sobre todo en Francia.


149451786.jpg

Publicidad

El método científico

En la universidad de Reims decidieron terminar con esta discusión. Comprobaron que el dióxido de carbono (CO2) gaseoso y los compuestos orgánicos volátiles resultantes del flujo de gases que escapan durante la fase líquida en forma de esas famosas burbujitas, invaden progresivamente el espacio libre que queda arriba. Eso es lo primero que se percibe cuando nos llevamos la copa de champagne a la boca.

Lo que hicieron fue analizar las muestras del espacio químico que queda arriba de una copa en la que se ha vertido champagne. Durante los 15 minutos después de servir 100 ml de champagne en una copa alta o en una copa baja, separaron los componentes del gas para analizarlo.

Así que midieron el gas carbónico y el etanol mediante una tećnica de cromatografía de gases y un detector de conductividad termal. Además se aplicó una técnica nueva muy avanzada de imágenes infrarrojas. La concentración de gas carbónico que se encontró era significativamente mayor en la copa alta.

Publicidad

La influencia de la temperatura del champagne también se examinó. Como cabría esperarse, al descender la temperatura del champagne se descubrió que descendía la concentración de vapores de etanol. Sin embargo, y de manera bastante sorprendente, el descenso de temperatura no influía el nivel de gas carbónico encontrado en la copa.

Así que ya sabéis, los científicos prefieren tomar el champagne en copa alta y bien frío.

Publicidad