En la década de 1990, los historiadores franceses Georges Duby y Michelle Perrot se hicieron una pregunta: ¿Hay que escribir una historia de las mujeres?
La respuesta fue " La Historia de las Mujeres", una colección de cinco tomos en la que compilaron textos de varios autores, con la intención de recuperar parte de las voces femeninas perdidas por los roles y el poco acceso que tenía la mujer a la educación, al poder y a los medios para escribir sus propios relatos.
“Las huellas que han dejado provienen menos de ellas mismas que de la mirada de los hombres que gobiernan la ciudad, construyen su memoria y administran sus archivos”, escribieron Duby y Perrot.
Sin embargo, 25 años después de ese esfuerzo, el gran archivo de Wikipedia -el sexto sitio web más visitado en el mundo- cuenta una historia similar, y es que solo uno de cada 10 wikipedistas en el mundo es mujer.
En total, la enciclopedia en línea tiene más de 400 millones de usuarios registrados en todo el mundo, de los cuales casi dos millones son de habla hispana.
Una “cualquiera” en Wikipedia
Si has escuchado que cualquiera puede escribir en Wikipedia, te tengo noticias: es cierto, CUALQUIERA puede escribir en Wikipedia.
Pero en este caso, “cualquiera” tiene varios limites: una persona que sepa leer y escribir, que tenga una computadora con acceso a internet, tiempo libre y que no le tema a la tecnología.
De entrada, varios de esos factores dejan fuera a más mujeres que a hombres.
Por ejemplo, según la UNESCO, el 17% de la población mundial adulta (de 15 años o más) aún es analfabeta, de lo cual dos tercios son mujeres.
Y en el caso de México, la tasa de analfabetismo es de 8% en mujeres y de 5.1% en hombres, de acuerdo con el censo de 2010.
Por otra parte, hay diferencias en cuanto a penetración.
En 2013, el informe “ Las mujeres y la web”, realizado por Intel en colaboración con la ONU Mujeres, indicó que en los países en desarrollo la brecha de género en acceso a internet es de un 25%, una cifra que aumenta en regiones subdesarrollas y que es casi imperceptible en países ricos.
México tiene una tasa de penetración de internet entre mujeres más o menos igual a la de Egipto (32% y 34%, respectivamente) pese a que el ingreso per cápita en nuestro país es más del doble que el de ese país, de acuerdo con el mismo reporte y datos del Banco Mundial.
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La tecnofobia ‘rosa’
En general, las mujeres describen tres tipos de barreras para acceder a internet: que no saben qué es o los beneficios que les puede traer a su vida; que nunca han aprendido a usarlo, y en otros casos, las normas culturales y expectativas de la sociedad en la que viven.
Casi el 40% de las mujeres que no usa internet ‘culpa’ a la falta de familiaridad o falta de comodidad con la tecnología. Y en México, la principal razón por la cual las mujeres no se conectan es que no tienen acceso a una computadora o a un teléfono con internet.
Sin embargo, aún superados los obstáculos de la educación y el acceso a la tecnología, muchas mujeres se mantienen alejadas de internet y más aún de plataformas como Wikipedia, por otras razones.
“Lamentablemente a las mujeres nos ha costado más acercarnos a la tecnología”, dijo Carmen Alcázar, secretaria de Wikimedia México, en entrevista con iMujer.
“Una de las razones es que las mujeres tienen menos tiempo. Wikipedia es un trabajo colaborativo voluntario, entonces si trabajas en casa y tienes un trabajo formal, y aparte tienes hijos o hijas, es complicado que llegues a tu casa y te pongas a dedicarle tiempo”, explicó.
Otro de los grandes problemas es que las mujeres no están conscientes de la utilidad que internet puede tener para ellas, ya sea un ama de casa de clase media en un país como México o una activista en Egipto.
Y lo cierto es que la red les abre muchas posibilidades. Según el reporte de Intel, internet ayuda a las mujeres a aumentar sus ingresos, las empodera y mejora su sentido de equidad.
"El internet es como tener una biblioteca en tu casa", dijo una de las mujeres mexicanas encuestadas para este estudio. "Si sabes cómo usarlo, puedes encontrar cualquier cosa, desde una simple receta hasta cómo construir un robot".
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¿Autorreguladas?
Y si consideramos internet como una extensión del mundo real, ¿qué reflejamos en uno de sus sitios más importantes?
“A diferencia de otros espacios donde las mujeres no están representadas, Wikipedia no tiene a ningún guardia oficial que nos excluya. Nadie te contrata para editar en Wikipedia, lo que significa que es el tipo de cosa de la cual no te puedes quejar realmente, a menos que hagas tu parte”, escribió la periodista Kat Stoeffel en un artículo para New York Magazine sobre la brecha de género en este sitio.
Algo parecido planteó el columnista del New York Times Noam Cohen en 2011:
“No hay un equipo ejecutivo dominado por hombres que favorezca a los hombres sobre las mujeres, como puede ocurrir en el mundo corporativo”.
Sin embargo, el hecho de que Wikipedia sea una plataforma abierta no ha sido incentivo suficiente para que las mujeres escriban.
“Lo que está pasando es que muchas de las temáticas que nos pueden interesar a mujeres, o a muchas mujeres, no están, porque a los demás no les interesa”, dijo Alcázar.
Además de la falta participación femenina, hay otros sesgos más sutiles.
Un análisis de las ediciones de Wikipedia en seis idiomas, incluido el español, halló que el 30% de las palabras en los artículos sobre mujeres referían a su condición de “mujer, madre, esposa”, entre otros, mientras que en el caso de los hombres este indicador era de entre 0% y 3%, según el estudio citado por El País, realizado por investigadores del Instituto de Leibniz para las Ciencias Sociales, del Instituto Federal de Tecnología de Zurich y de la Universidad de Koblenz-Landau.
“Las cosas de las que se escriben y cómo se escribe cambian mucho si lo escribe un hombre o si lo escribe una mujer”, explicó Alcázar.
“No es lo mismo que seas una diseñadora textil, exitosa, a que seas la esposa de un diseñador que hizo cosas buenas”.
Operación editatonas
En 2011, Sue Gardner, entonces directora ejecutiva de la Fundación Wikimedia, estableció la meta de aumentar el número de colaboradoras al 25%, pero más allá de la equidad, lo hizo para mejorar el producto.
“Esto es acerca de querer asegurar que la enciclopedia es lo mejor que puede ser”, dijo Gardner al New York Times.
Para hacerlo, la organización puso en marcha varias iniciativas. Una de las más importantes son las Editatonas, reuniones presenciales y virtuales en las que editoras con experiencia enseñan a otras mujeres a usar Wikipedia mientras colaboran en artículos relacionados con las mujeres.
En México, la primera se llevó a cabo el pasado 31 de enero con el tema feminismos; participaron 25 mujeres en el DF, seis desde argentina y una desde India, de acuerdo con la organización Social Tic, que colaboró en la logística del evento.
“Queremos que salgan editoras activas, que no sean nada más flor de un día, nuestro objetivo es que se conviertan en wikipedistas”, dijo Alcázar.
Para que alguien sea considerado “activo” en el mundo de Wikipedia es necesario que haga 5 ediciones al mes, aunque hay quienes modifican artículos hasta 5 veces al día, agregó la secretaria de Wikimedia México.
Si ahora buscas en la categoría “mexicanas” aparecen solo cuatro subcategorías: “asesinas de México”, “científicas de México”, “mujeres mexicanas por ocupación” y la que tiene más páginas, “políticas de México”, una situación que la fundación espera mejorar con las Editatonas de este año.
La próxima tratará de “mujeres destacadas” y será en marzo, en conmemoración del Día Internacional de la Mujer; en septiembre el tema será “mujeres mexicanas” y hacia fin de año se dedicarán a uno de los asuntos más delicados del país: “el feminicidio”.
Para participar, Alcázar solo recomienda tres cosas: atreverse y registrarse, experimentar y permanecer.
“No te desanimes porque borraron un artículo o porque lo modificaron drásticamente. Que tu seas capaz de enfrentarte a las discusiones y que luches por lo que estás escribiendo”, pidió.
Aparte de la poca participación de las mujeres, Wikipedia encierra otros temas controversiales que sin duda también son reflejo del mundo real y que para varios es una llamada de atención a renovarse o morir: una guerra entre feministas y misóginos, las supuestas ‘mafias’ de editores, las modificaciones con fines políticos y, por supuesto, el gran debate de si es confiable o no. Pero esas, son otras historias.