Si se puede borrar la memoria es una pregunta que se hacen muchas personas, asumiendo esta habilidad mental como si se tratase de una película de video. En realidad, más que ser una reproducción de eventos que se reemplaza, la memoria es un espacio de sugerencias y cambios a lo largo del tiempo. Aun así, se ha descubierto que ciertos tipos de recuerdos efectivamente pueden ser editados a la manera del cine. Veamos qué responde la ciencia ante esta interesante interrogante.
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Editar recuerdos de miedo
Los recuerdos que parecen más factibles para ser editados son los llamados recuerdos de miedo. Usando ratones de laboratorio se ha observado que se pueden alterar estas instancias si se asusta a las criaturas y luego se les recuerda el trauma, mientras se les trata con sustancias que inhiben la síntesis de proteínas cerebrales asociadas a la memoria.
Al parecer, cuando acaece un evento, el proceso de su almacenamiento en la memoria ―llamado consolidación― requiere de la creación de cierto tipo de proteínas, que luego vuelven a crearse en cada recuerdo una y otra vez en lo que se conoce como reconsolidación. Para los científicos, el acto de recordar podría desestabilizar la memoria, de modo que se realicen cambios o mutaciones.
Eliminar recuerdos en los humanos
Eliminar recuerdos en los humanos no parece una tarea tan sencilla, ya que las técnicas anteriores no son seguras para aplicarlas. Sin embargo, los expertos han encontrado vías menos invasivas para estudiar el fenómeno, llamadas aprendizaje de extinción.
El método consiste en aplicarle a los sujetos de prueba un electrochoque ―no dañino― y mostrarles luego una imagen, de manera que se cree un condicionamiento de miedo ante dicha figura. A partir del día siguiente, se les va presentando una y otra vez dicha imagen sin choque eléctrico alguno, en ese proceso de reconsolidación el recuerdo de miedo va desapareciendo.
No todos los recuerdos son iguales
El problema con intentar borrar la memoria es que no todos los recuerdos son iguales ni se asocian con la misma parte del sistema nervioso. Solo se ha logrado editar la memoria relativa a los traumas, pero aquellas que implican sentimientos y emociones complejas permanecen aún intocables.
Los experimentos realizados no han logrado realmente borrar la memoria, sino eliminar el aspecto de miedo asociado a ella. Los recuerdos del evento siguen allí, solo que sin el matiz traumático.
Podemos concluir entonces que, hasta la fecha, no se puede borrar la memoria. La ciencia solo ha logrado alterar recuerdos, no suprimirlos. Sin embargo, la investigación está abierta y el futuro nos debe deparar grandes sorpresas. ¿No ha sido así siempre con el conocimiento? Pensemos en ello.