Ciencia y Tecnología

La ciencia comprobó que los traumas se pueden pasar a los hijos a través de los espermatozoides

27 Abr 2017 – 05:41 PM EDT

Desde hace mucho tiempo, la ciencia ha constatado que existen muchas enfermedades que se transmiten de generación en generación a través de la información genética. Incluso sabemos que algunas enfermedades psiquiátricas como la esquizofrenia o el desorden de bipolaridad están asociadas con una predisposición genética. Pero existe otra forma en que la descendencia puede heredar desórdenes de salud, y no hablamos de los genes específicamente.

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Hace algún tiempo, un estudio liderado por Isabelle Mansuy, profesora del ETH Zurich y de University of Zurich, demostró que ciertos desórdenes se pueden transmitir a través de los espermatozoides. Los investigadores descubrieron que los ratones que estaban bajo un estrés intenso y sostenido desarrollaban ciertos desórdenes derivados del trauma y que estos eran transmitidos a sus cachorros vía los espermatozoides.

¿Cómo ocurre la transmisión a través de los gametos?

Resulta que ciertos procesos a nivel celular están regulados por un grupo de moléculas llamadas ARN corto. Se trata de moléculas de ácido ribonucleico liberadas por el ADN desde el núcleo de la célula que son modificadas por ciertas enzimas. Luego otras enzimas terminan la maduración del ARN corto y es entonces que se llaman microARN. El microARN es responsable de regular la cantidad de algunas proteínas sintetizadas por las células.

Sometidas a altos niveles de estrés, las células de muchos tejidos comienzan a producir mayor cantidad de microARN, incluyendo las células reproductivas como los espermatozoides. Es entonces que los espermatozoides dan lugar a una cría con niveles elevados de microARN, la cual puede desarrollar los mismos trastornos que su padre sufrió debido a situaciones traumáticas.

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Los ratones sometidos a situaciones traumáticas en el estudio comenzaron a mostrar un comportamiento diferente. Además de los elevados niveles de microARN, estos perdieron el miedo natural de los ratones por los espacios abiertos y la claridad intensa. También presentaron trastornos de insulina y bajo nivel de azúcar en sangre. Los hijos de estos ratones presentaron estas mismas condiciones. “Fuimos capaces de demostrar por primera vez que las experiencias traumáticas afectan el metabolismo a largo plazo y que estos cambios son hereditarios,” dijo la Dr. Mansuy.

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Los investigadores creen que la producción elevada de microARN pudiera ser una consecuencia del aumento de las hormonas de estrés producidas durante los períodos traumáticos, las cuales alteran el metabolismo celular.

Este descubrimiento abre las puertas para investigar la posibilidad de que otras características o condiciones puedan ser adquiridas a través del semen. No obstante, no queda claro si los gametos femeninos, llamados óvulos, también pueden pasarle los traumas, e incluso enfermedades, a las crías.

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