Ciencia y Tecnología

La antigua historia de los bacteriófagos

17 Mar 2014 – 03:35 PM EDT
an image

¿Cómo se defendía el ser humano de virus y bacterias cuando aún no se había inventado la penicilina? Bien, una reciente investigación basada en el análisis de las heces de personas que vivieron hace 700 años ha desvelado que las bacterias que habitan los intestinos han cumplido la función de antibióticos.

Publicidad

El descubrimiento de los fagos antiguos

Esta historia tiene su origen en la región de Nemur, en Bélgica, donde se excavó una plaza como parte de un programa de desarrollo urbano, y se encontraron letrinas del siglo XIV, es decir de la Edad Media. 

Para sorpresa de los presentes, también había barriles sellados con desechos humanos. Parte del contenido de los mismos terminaron en el laboratorio de virología de Christelle Desnues, en la Unidad de Investigación sobre enfermedades infecciosas y tropicales emergentes, de Marsella, Francia. 

an image

Los microbiólogos trataron con máximo cuidado a las heces fosilizadas llamadas coprolitos, sobre todo para evitar filtraciones de virus o bacterias modernas. Mediante una avanzada técnica de microscopía electrónica, los investigadores detectaron la presencia de virus en las heces centerarias. La intriga les llevó a secuenciar los genomas de todos los virus hallados, lo que dio como resultado la pervivencia de bacteriófagos o fagos, un tipo de virus conocido por desempeñar un proceso dominante en el intestino humano. 

Publicidad

Resistencia a los antibióticos

Los fagos recogen los genes de una bacteria y los transfieren a otra. A medida que avanzaron en sus estudios, los expertos descubrieron que los fagos de los coprolitos analizados evidenciaron genes de indudable resistencia a los antibióticos.

A su vez, estas bacterias intestinales funcionan como auténticos antibióticos ante nuevos microbios que ingresan al intestino a través de distintas vías orgánicas. Es por sus características que los expertos aseguran que estas bacterias nativas del intestino fueron los antibióticos más fuertes que se hayan desarrollado nunca.

El conocimiento del funcionamiento de los fagos con una referencia de la Edad Media ha significado un auténtico tesoro para los microbiólogos, lo que ha dado lugar a todo tipo de razonamientos. Para Jeremy Barr, microbiólogo de la Universidad de San Diego, si los fagos analizados son una representación de su acción intestinal en el siglo XIV, la reducción de estos genes a través del tiempo es producto del saneamiento moderno de los alimentos y los suministros de agua potable.

Publicidad

Para Barr, estos factores han contribuido a debilitar las defensas de las bacterias del intestino.
Pero la historia de las bacterias intestinales no termina aquí. El equipo de Desnues vinculó a los genes metabólicos que transportan los fagos con la importante función de procesar grasas y aminoácidos.

¿No te resulta increíble que se hayan obtenido todas estas conclusiones en base a materia fecal de la Edad Media? ¿Quieres conocer algunos datos curiosos sobre las heces?

Publicidad