El Estado Islámico de Irak y el Levante, también conocido como Estado Islámico (EI) o ISIS, reconoció su responsabilidad en el ataque terrorista de Moscú durante la madrugada del 19 de agosto, cuando dos hombres quisieron asesinar a oficiales de la policía que vigilaban el peaje de una carretera.
De acuerdo con el Comité de investigación de Rusia, ambos terroristas, que portaban armas de fuego y hachas, murieron tras resistirse a los intentos de la policía local por frenar el asalto. Además, dos oficiales resultaron heridos, aunque se cree que sobrevivirán.
Horas antes, una agencia de noticias de EI, llamada Amaq News publicó imágenes en las que muestra a los dos atacantes prometiendo su lealtad al líder de la organización, Abu Bakr al-Baghdadi. Se los identificó como Uthman Mardalov y Salim Israilov, “soldados del Estado Islámico”.
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En el video casero de un minuto de duración, Israilov y Mardalo aseguran en una mezcla de árabe y ruso que habrá más ataques en la ex república soviética. Al final, gritan lo que ya es un sello en los atentados del EI: “Allahu Akbar” (Dios es grande)
¿Por qué Rusia?

Bashar al-Asad y Vladimir Putin
Una posible explicación de por qué Rusia se puede convertir en posible objetivo de este tipo de ataques es el apoyo que el gobierno de Vladimir Putin brinda al presidente sirio Bashar al-Asad en sus intentos por desestabilizar la presencia del ISIS en Siria, que tiene el control de la mayor parte del territorio y de los pozos petroleros en aquel país.
También, a principios de agosto, las fuerzas de ambos países concretaron un ataque aéreo en Siria en el que murieron cerca de 90 personas, la mayoría de ellas en la Provincia de Aleppo. Allí, más de 300 mil ciudadanos sirios están atrapados por el conflicto bélico.
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