Hola, problemática Sofía, niña virtual creada por UNICEF a partir de rostros de 500 niños en conflicto
UNICEF, en su división de Suecia, creó a Sofía a partir de 500 rostros de niños reales en situaciones de conlficto. Ella busca acercarte algo, que sepas, que sientas y si puede, que te involucres. ¿Lo logra?
Sofía es una simulación, un "símbolo", apenas una realidad, virtual.
UNICEF tiene metas de desarrollo sustentable, donde colabora y dialoga con los gobiernos de distintos países, trabaja directamente en situaciones de emergencia, conflictos bélicos, desplazamientos forzosos y trabaja para mejorar la salud y la educación de millones de niños vulnerables alrededor del mundo.
#ForSofia, la "cara" para la campaña que arranca UNICEF
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Su voz dice « yo soy Sofía. Tengo 10 años. Escapé cuando hombres con armas llegaron a nuestra casa. Yo soy Sofía. Tengo 7 años. Estoy en un bote de goma, tengo frío y el agua me llega a las rodillas. Yo soy Sofía. Tengo 5 años. Y lo único que quiero es volver a la escuela... ...Yo soy Sofía. No soy real. Soy la cara de todos los niños que sufren en emergencias de las que nadie habla ».
¿Cuál es el problema con esta representación?
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Sofía, apodada así por ser el nombre más "popular" en 2015 para los recién nacidos en todo el mundo, tiene más de un aspecto que no nos conforma... y que cuestionamos.
En primer lugar, ¿por qué generar una compleja y sofisticada imagen por computadora sobre algo que es HUMANO? Que necesita apelar a nuestra humanidad (rompernos un poco el corazón, digamos). ¿No hubiera sido mejor, por ejemplo, un collage de fotos?
Ok, supongamos que la idea era una sola cara -como un embudo de millones de caras
PERO... ¿no es acaso la magnitud del problema algo crucial?
El volumen, que sea real, que suceda en este mismo momento pero en otro lado, esta niña ficticia de ojos claros y facciones tan europeas no lo transmite. Por el contrario, reduce la escala. Intenta ponerle "una cara" pero es una cara simulada hecha por hombres blancos (suecos, en este caso) que para acercarla, crean facciones "agradables" para ellos, o sea, (y para nosotros, que no nos cuesta nada separarnos).
Precisamente, en este caso "acercar" -porque si no, somos indiferentes, o incluso mezquinos- se transforma en un acto mezquino.
Acercarla pasa a ser hacerla "como yo" cuando lo que esa niña --que sufre abandonada en algún oscuro lugar del mundo-- esa niña vive de una forma MUY distinta. Precisamente por eso, quiero conocerla y darle algo -de mí- que le pueda ser valioso y útil. Aprender yo de ella, porque ella de mí tiene muy poco que aprender.