GMail es declarado ilegal en España: Hay cosas que jamás entenderé
Al parecer, GMail aún continúa dando polémica. Desde el 2004, cuando el proyecto comenzó a funcionar, varios fueron los grupos que reivindicaron el derecho a la privacidad que presuntamente viola GMail.
El problema radica en que GMail se sustenta en la publicidad que muestra a sus usuarios mediante el uso de AdSense, el programa informático que analiza el contenido de una página web y exhibe publicidad relacionada con la temática que abarca.
Lo que sostienen asociaciones como Consumidores en Acción en España, es que va en contra de la legislación el hecho de que se analice el contenido del correo electrónico y que por tanto, el modelo de negocio de GMail se sustenta en una actividad ilícita.
En octubre, esta asociación presentó una denuncia formal ante la Agencia Española de Protección de Datos, quienes fallaron a favor de la denuncia y en contra de Google. Por lo pronto, no le quedará otra que reencauzar la propuesta de GMail en España y la Unión Europea, porque el movimiento cada vez toma mayores dimensiones y parece que no hay vuelta atrás.
Realmente me impresiona la decisión de la AEPD. En primer lugar, el usuario acepta un acuerdo con Google que le autoriza a éste a tomar sus datos para brindarle la publicidad contextual, al tiempo que quien envía un mensaje a una dirección de GMail es consciente también de lo mismo. En segundo lugar y más importante aún, no es un ser humano el quien revisa los datos sino un programa informático que no almacena la información que procesa sino que simplemente la vincula para obtener la publicidad referida.
Si sostenemos que el hecho de que un programa procese nuestra información atenta contra nuestra privacidad, estamos acusando a cualquier servidor de correo por el mismo delito, pues es mediante protocolos y programas informáticos que nuestro mensaje viaja en Internet, que se codifica y decodifica para exhibir finalmente en nuestra pantalla. Un programa informático es tan culpable como un circuito electrónico, un cable de fibra óptica o una hoja de papel por transportar y “leer” nuestra información privada.
Vía | Europa Sur