Flatulencia de una paciente provoca un incendio durante una cirugía en Japón, ¿cómo es posible?
Cuando nos sometemos a una cirugía estamos en manos de los médicos mientras nosotros dormimos producto de la anestesia, pero durante ese tiempo el cuerpo sigue funcionando y una paciente japonesa lo sabe muy bien.
En Japón se produjo un incendio durante una cirugía y la causa fue una flatulencia de la paciente que, en contacto con el láser que se estaba usando en la intervención, produjo fuego y quemaduras en la mujer.
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Gases naturales: ¿puede una flatulencia causar un incendio?
En promedio, todas las personas soltamos unas 14 flatulencias al día, los cuales salen disparados desde nuestro cuerpo a una velocidad estimada de 3 metros por segundo. Estas flatulencias están formadas por gases naturales que pueden resultar inflamables.
Una japonesa que estaba siendo sometida a una cirugía en la que se utilizaba un láser sobre su cérvix, soltó una flatulencia durante la operación y ese gas se encendió al entrar en contacto con la irradiación del láser.
La llama creada alcanzó a las telas que se usaban sobre la mesa de operaciones y si bien los cirujanos intentaron apagar este incendio lo más rápido posible, la paciente sufrió quemaduras en su cuerpo, especialmente en la zona de la cintura y piernas.
Tras analizar el quirófano, quienes investigaron tan particular caso no encontraron elementos inflamables por lo que la causa del incendio fue el gas que salió del esfínter anal de la paciente hacia aire de la sala de operaciones.
No es novedad indicar que las flatulencias son inflamables, no son pocas las personas que intentaron, con más o menos éxito, encender sus propias flatulencias de forma artesanal utilizando un fósforo o encendedor. Las flatulencias están compuestas principalmente por nitrógeno, hidrógeno, dióxido de carbono y oxígeno, gases que son inflamables y, por ende, no compatibles con elementos como el láser a alta temperatura.
Antes de que te asustes, este incendio en el quirófano japonés es un hecho muy inusual, por lo que las posibilidades que nos ocurra en una cirugía son bajísimas y mucho más improbable que otras complicaciones propias de una intervención quirúrgica.
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