Ciencia y Tecnología

Fe ciega y cerebros apagados

26 Abr 2010 – 05:20 AM EDT

A pesar de la risa que a algunos nos pueden causar delicatessens como las de el niño predicador y las bestialidades sostenidas por las iglesias evangelistas, lo cierto es que a muchas personas todo esto les genera una fe ciega e intransigente. ¿Qué hay detrás de ello? La ciencia dice 'cerebros que se apagan', al menos parcialmente.

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La conclusión fue alcanzada por Uffe Schjødt, de la Universidad de Aarhus, quien llegó a esta conclusión tras realizar un interesante experimento en el que observó la actividad cerebral de un grupo de personas al escuchar grabaciones de predicadores con presuntos poderes de sanación.

Schjødt trabajó con veinte pentecostalistas y veinte ateos, a quienes se les mostró seis videos de oraciones leídas por supuestos predicadores no-cristianos, seis por cristianos ordinarios y seis por sanadores. En realidad, todas ellas estaban leídas por cristianos ordinarios. Schjødt midió la actividad cerebral con resonancia magnética funcional para sacar algunas conclusiones.

El investigador comprobó que en el cerebro de los voluntarios devotos la actividad cerebral monitoreada cambiaba al escuchar las oraciones. Partes de la corteza prefrontal y de la corteza cingulada anterior se desactivaban, dos áreas del cerebro asociadas al estado de alerta y de escepticismo. Al escuchar a los presuntos sanadores la actividad cerebral bajaba considerablemente, facilitando la identificación de los sujetos con las palabras del predicador.

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Comencé caricaturizando este artículo, pero este comportamiento cerebral seguramente funcione de la misma forma en otras situaciones. La actividad cerebral en el caso de un fiel partidario escuchando a un líder carismático o en el de un hijo escuchando hablar a su admirado padre tal vez presenten las mismas características.

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