A pesar de tener la Vía Láctea alrededor nuestro —o mejor dicho, estar nosotros en su órbita—, la Astronomía tiene unas cuantas interrogantes pendientes acerca de la naturaleza de nuestra galaxia. Una de ellas es la naturaleza de su centro, su ojo, un misterio que ha estado vedado para el conocimiento científico… hasta el presente.
Nuevamente son las innovaciones tecnológicas en lo referente a telescopios lo que nos trae información de primera mano en relación al espacio exterior, pues se ha unificado el potencial de los telescopios de Hawaii y Arizona para conseguir imágenes que ponen sobre la mesa la hipótesis de que en el medio de la Vía Láctea existe un agujero negro.
En el centro de la Vía Láctea existe un gran objeto brillante llamado SgrA*, el cual consiste en una densa nube de polvo y gas que emite luz. Sin embargo, las imágenes han mostrado una sombra en su interior, la cual podría tratarse de un agujero negro en el medio de SgrA*.
Este objeto ha sido medido y fotografíado con una aproximación tres veces mayor a la conseguida hasta el momento, y las imágenes, si bien sugerentes e interesantes, no son del todo fehacientes como para asegurar que convivimos al lado de un agujero negro.
Los científicos aseguran que en cuestión de entre tres y cinco años se podrá observar con claridad la naturaleza del centro de la Vía Láctea y confirmar o refutar esta hipótesis, que es a todas luces fascinante.
Vía | Space Newscientist