Exoesqueleto robot permite aumentar la fuerza cual si fueras un androide
La robótica no sólo sirve para crear máquinas que agilicen los procesos o, nos entreguen servicios, sino que para complementar el funcionamiento del cuerpo humano.
Un equipo de la Universidad de Harvard, trabaja en crear un exoesqueleto robótico que aumente la capacidad y fortaleza de las extremidades inferiores del cuerpo.
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El cuerpo del futuro
El estar cansados no será excusa en unos años más, ya que se trabajan en tecnologías que permitan llevar nuestro cuerpo a extremos sin necesidad de convertirnos en superhéroes.
El Laboratorio de Biodiseño de la Universidad de Harvard, trabaja en un proyecto muy interesante. Se trata de un exoesqueleto que se adhiere a la mitad inferior del cuerpo, desde la cintura a las piernas.
Lo que este aparato robótico hace es complementar la fuerza de los músculos, facilitando su trabajo y entregando mayor fortaleza. Sus creadores, dicen que pueden aumentar la capacidad muscular en un 20%.
Este especie de “traje” se adapta al cuerpo, sus articulaciones y tendones, es suave y tan liviano como puede ser un equipo de este tipo, sin restringir los movimientos naturales del cuerpo, dando soporte donde y cuando sea necesario.
Los usos de los robots vestibles
El exoesqueleto desarrollado por la Universidad de Harvard, está pensado para múltiples usos: Desde militares, bomberos o rescatistas que necesitan fuera extra para sus labores a personas con problemas de movilidad, adultos mayores e incluso deportistas de alto rendimiento.
Como se esperan usos múltiples, los sensores presentes en este robot vestible irán informando acerca de la necesidad de fuerza a aplicar por parte del exoesqueleto, que incluso podría ser utilizado por personas paralizadas de la cintura hacia abajo, por lo que el aparato haría toda la fuerza física.
En el caso, por ejemplo, de los bomberos que necesiten cargar cosas pesadas, el exoesqueleto les otorga fuerza extra en las piernas permitiendo una movilidad más sencilla y el lograr cosas que un humano común no puede.
La idea es que, una vez listo, el exoesqueleto vaya por debajo de la ropa y sea liviano. El prototipo actual tiene el problema de ser demasiado pesado (6 kilos).
Todavía, pueden pasar años antes que esté listo, pero los investigadores van por buen camino y, ya recibieron fondos para seguir trabajando por parte del ejercito de los Estados Unidos.