Está científicamente comprobado: las emociones se contagian
Seguramente más de alguna vez empezaste a reír tras ver a otras personas haciéndolo o, en caso contrario, te sentiste triste al acompañar a quienes estaban pasando por un mal momento. Las emociones humanas son contagiosas, de la risa al llanto, pasando por casi cualquier estado de ánimo, y así lo dice la ciencia. Veamos cómo y en qué medida.
- Ver también: 10 datos curiosos sobre las emociones
Las emociones son contagiosas

Si viendo una película en el cine te encuentras junto a muchos otros espectadores que comienzan a reír a carcajadas en una escena determinada, es muy probable que tu también lo hagas. Quizá la escena no te resulte tan graciosa en realidad, pero no es algo que se haga a propósito, es una muestra de lo contagiosas que son las emociones humanas.
En el caso de estar rodeado de gente deprimida o pesimista, puedes comenzar a sentir lo mismo pese a tener una personalidad optimista. Los personas suelen imitar el comportamiento de otros, especialmente en lo emocional. Las emociones son contagiosas, desde las más insignificantes a las más intensas, y hay muestras en la historia de lo poderosas que son.

En la gran depresión de Estados Unidos, el pesimismo de algunos contagió al resto que comenzó a crear un escenario económico marcado por un miedo colectivo ante lo podía ocurrir. Otro caso notable, son los casos de histeria colectiva: si una persona tiene miedo a una vacuna y se desmaya, puede ser que otras sientan que les ocurre el mismo síntoma desmayándose una tras otra sin razón alguna.
La epidemia de risa que en 1962 afectó a Tanganica, es otro ejemplo de lo contagiosas que son las emociones. El estar emocionalmente sincronizados no es casualidad, sino que una forma evolutiva de vivir mejor en comunidades y trabajar en grupo. Positivas o negativas, el contagio de emociones es real.
Contagio de emociones a través de redes sociales
No necesitas estar al lado de una persona o siquiera hablando por teléfono para contagiarte de una emoción, ya que se demostró que las publicaciones negativas o positivas en redes sociales influyen en la forma que los amigos de esa persona se comporta virtualmente.
Esto se demostró mediante un experimento bastante cuestionable desde el punto de vista ético, que realizaron las Universidades de California y Yale en complicidad con Facebook. De manera deliberada, ordenaron la forma en que algunas personas veían las noticias dentro de su linea de tiempo al entrar a la red social.
Así le dieron más relevancia a las publicaciones negativas o positivas, según la personas en que realizaban estos experimentos. Si un usuario publicaba un estado pesimista sobre el clima en su ciudad, sus amigos que vivían en lugares soleados se contagiaban de ese pesimismo.
Lo mismo se hizo a la inversa, publicaciones positivas, contagiaban la positividad a los contactos. El estar alegres y positivos era mucho más contagioso que lo negativo. Sea en persona o delante de una computadora, los humanos somos seres empáticos ante las emociones de otros, tanto que las sentimos como propias.
Sorprendente, ¿no es así? ¿Tú qué opinas?