Ciencia y Tecnología

¿Eres de los que lloran en las películas? La ciencia tiene algo importante que decirte

18 Ene 2018 – 07:03 PM EST

«¡Quiere llorar! ¡Quiere llorar!», «Yo no estoy llorando, TÚ ESTÁS LLORANDO». Frases tan comunes como estas nos demuestran que vivimos en una sociedad en la que, al parecer, llorar es un signo de debilidad (ojo que ser débil tampoco es malo). Y no sólo eso, incluso hasta te convierten en el blanco de las burlas. ¡Ni se diga si lo haces durante una película enfrente de todos!

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¿Será que está mal derramar unas lágrimas por un personaje que vemos en la pantalla? La respuesta corta es "no". Pero la ciencia detrás de este fenómeno y lo que significa es más interesante que eso. Además, siempre hemos querido saber por qué diablos no podemos dejar de llorar en Up, no importa que ya la hayamos visto 40 veces.

Estás viendo Enredados y te duele cuando hieren de muerte a Flynn Rider. Las lágrimas de Rapunzel te conmueven. Al igual que lo hicieron las de Anna y Elsa. Y las de Simba. Y las de los juguetes de Toy Story cuando se agarran las manos antes de caer al triturador de basura. Bueno, en resumen, todas las películas de Disney hacen que te piquen los ojos.

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Estás consciente de que lo que miras es ficción, pero eso no reduce tu tristeza. No sólo sucede con las tragedias, también cuando te alivia ver que Rose fue rescatada de los restos del Titanic, o la felicidad que te dio ver que Flynn vivió para casarse con Rapunzel. Parece ser que el cerebro humano no distingue entre personajes ficticios y reales al momento de encender el mecanismo de la empatía.

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Los humanos somos seres sociales que necesitan relacionarse con los demás para sobrevivir. Por ello nuestro cerebro libera oxitocina durante las situaciones estresantes que más mueven nuestros sentimientos, así lo explicó el Dr. Eduardo Calixto en una entrevista para Conacyt. Es la química detrás de la empatía.

Los investigadores creen que la oxitocina es una hormona que se relaciona con la generosidad y el altruismo. Es por eso que durante las situaciones más trágicas es cuando más necesitamos contacto con otras personas y cuando más queremos ayudar. A la oxitocina se le unen las neuronas espejo, las cuales provocan que sintamos como nuestro el dolor ajeno.

El Dr. Paul J. Zak confirmó esta reacción del organismo con un experimento que llevó a cabo en 2009. El experto en neurociencia organizó una dinámica en la cual se les enseñó a los participantes una historia acerca de un pequeño con cáncer terminal.

Un grupo vio un video en el cual el padre explicaba la condición del niño. El segundo, observó otro video en el que papá e hijo compartían juntos un día en el zoológico. Los análisis demostraron que quienes vieron el video más emocional presentaron un aumento del 47 % en sus niveles de oxitocina. Al final del experimento, varios de ellos donaron dinero a la caridad sin dudarlo.

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En conclusión, no tiene absolutamente de malo llorar durante una película. Es más, esta respuesta quiere decir que tienes una capacidad empática que funciona como debería. Si alguien es apto para vivir en sociedad y echarle una mano a quien más lo necesite, eres tú. ¡Así que vengan esas lágrimas de cocodrilo!

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