En un increíble hallazgo astronómico, se detecta una línea nevada alrededor de una estrella
Por primera vez, astrónomos han logrado capturar la línea de agua helada que rodea a una estrella, es decir, el punto en que el disco de escombros orbita alrededor de la joven anfitriona cuando aparecen primeramente el hielo y la nieve.
Normalmente, estos límites están tan cerca de la estrella que son imposibles de visualizar por los astrónomos. Pero en este caso en particular se ha producido una repentina ráfaga de brillo que ha sobrecalentado el disco arrasándolo más de lo normal.
Es normal que los descubridores estén tan excitados, pues jamás se había visto una línea de nieve estelar, aunque juegan un papel vital en la formación rocosa de los planetas como Marte o la Tierra alrededor de las estrellas jóvenes. También los restos nevados hacen brotar los mundos gaseosos como Júpiter o Saturno.
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La ráfaga brillante
La mayoría de estrellas están suficientemente calientes para evaporar todo el agua del disco hasta unos 450 millones de kilómetros de su situación, tres veces la distancia de la Tierra al Sol.
En este caso, la estrella V833 Orionis, a unos 1350 años luz de la Tierra, en la Constelación de Orión, arde mucho más caliente de lo normal. Este hecho le permite vaporizar el hielo a 6 mil millones de kilómetros de distancia, es decir, como el espacio que separa al Sol de Plutón.
Gracias a este hecho, que ha sorprendido a los investigadores, se ha podido observar la línea de agua helada a través de ondas de radio desde los Radiotelescopios de Atacama y Chile.
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Creadores de planetas
Este sorprendente descubrimiento ha emocionado a la comunidad científica. No hay que olvidar que la línea de agua helada es básica para determinar qué planetas se van a formar alrededor de una estrella. Los rocosos siempre más cercanos y los gaseosos más alejados del centro.
La situación de la línea de nieve puede evolucionar con el tiempo y tener poderosas implicaciones en la formación planetaria. La rápida pérdida o ganancia de hielo puede provocar cambios en la estrella y su entorno.
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Sea como fuere, este hallazgo ayudará a confirmar que otras estrellas tienen similares cercos de hielo y nieve, tal como debió tener nuestro Sol en sus primeros días de formación antes de dar paso a la creación de los planetas que hoy conforman el Sistema Solar.
La distribución del agua helada alrededor de la estrella joven es fundamental para determinar la formación planetaria y la creación de vida tal como sucede hoy en la Tierra. Ahora podremos estudiar cómo se suceden estos fenómenos en los discos protoplanetarios todavía en formación. No cabe duda de que es un hallazgo espectacular.
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