El cruce a pie de las aguas del mar Rojo descrito en las escrituras bíblicas ha sido un fenómeno estudiado por la ciencia durante siglos, y la más reciente explicación apunta a que pudo haber sido un fenómeno causado por fuertes vientos.
Simulaciones por computadora realizadas por científicos estadounidenses muestran como la fuerza del viento pudo haber creado un pasaje de tierra que habría permitido escapar a los israelitas guiados por Moisés del ejército del faraón de Egipto, tal como se describe en el libro del Éxodo.
Carl Drews, del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR por sus siglas en inglés) de Estados Unidos aseguró que las simulaciones encajan bien con el relato bíblico.
Los investigadores creen que un fuerte viento proveniente del este a una velocidad de 101 km/h pudo soplar durante la noche, haciendo retroceder las aguas en una curva en la que se cree que un antiguo río se fundió con una laguna costera.
Con el agua retirada de ambos cauces, se habría abierto un pasaje de tierra que habría permitido escapar a los judíos. Una vez los vientos dejaron de soplar, las aguas habrían vuelto a su cauce, cubriendo el pasaje.
"La separación de las aguas puede entenderse mediante dinámica de fluidos. Los vientos mueven el agua de una forma acorde a las leyes de la física, creando un pasaje seguro con agua a ambos lados y luego permitiendo abruptamente al agua volver", explicó Drews.
El estudio es parte de una investigación más amplia sobre la influencia de los vientos en el nivel de profundidad de las aguas, y que también analiza cómo los tifones del Pacífico pueden crear marejadas. Durante siglos los científicos han intentado darle sentido a este espectacular evento bíblico, el cual muchos han desechado como simple mitología y que otros han sostenido está inspirado en eventos reales que pudieron haber ocurrido a través de fenómenos naturales.
Si creen que una fuerza divina intervino o no, es algo personal de cada uno de ustedes, pero aquí los científicos intentan explicar el fenómeno de una manera lógica que no incluye ni descarta la actuación de un ser superior.