Ciencia y Tecnología

¿El Sistema Solar podría expulsar a un planeta?

3 Sep 2015 – 12:00 PM EDT

El Sistema Solar ya «expulsó» a un planeta. Tenía 9 y en 2006 la Unión Astronómica Internacional dispuso reclasificar a Plutón como planeta enano, una degradación que también fue la expulsión de un club muy exclusivo. Pero no hablamos del pequeño Plutón, sino de un gigante incluso más grande que Neptuno.

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El señor rector Sol

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En el pasado, cuando un alumno colmaba la paciencia del maestro, a este a veces no le quedaba más remedio que echarlo de la clase. Ahora, esa salida de último recurso está pedagógicamente desacreditada y se recomienda el control y la persuasión.

El Sol, una especie de riguroso rector de nuestro sistema de vida, tiene cientos de millones de pupilos entre astros y asteroides, algunos algo díscolos, pero la clase de los planetas en toda regla es muy exclusiva, de solo 8 alumnos ¿ puede el Sistema Solar expulsar a un miembro de una clase tan selecta?

Nuestro engañoso Sistema Solar

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Cuando vemos el Sistema Solar dibujado en una hoja de papel o en un monitor, frecuentemente incurrimos en un error. Creemos que ese gráfico con su bolita dorada en el centro y sus ocho o nueve pelotitas rodeándola, son una representación aproximada, a escala, de la realidad. La verdad es muy distinta. Comencemos por las distancias.

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El planeta más cercano al Sol es Mercurio y su radio orbital medio (distancia promedio entre un planeta y el sol) es de casi 58 millones de kilómetros. El más alejado ahora es Neptuno, a una distancia promedio de 4498 millones de kilómetros, es decir, 78 veces más distante del astro rey que Mercurio.

Luego están los tamaños. El Sol tiene un diámetro de 1,4 millones de kilómetros; el del planeta más grande, Júpiter, es de 143 000 kilómetros y el del más chico, Mercurio, no llega a 5000 kilómetros. Si en nuestro dibujo, el Sol tuviera un diámetro de un centímetro, Mercurio tendría que ser un punto casi invisible para estar a escala.

Además, respetando las distancias, si colocamos a Mercurio en una esquina de una hoja tamaño carta, para meter a Neptuno se necesitaría cambiar a un papel de más de 50 metros de ancho. Pero nos hemos acostumbrado a ver a los principales integrantes de nuestro sistema solar como un grupo de amigos cercanos, por lo que la versión de que uno haya podido ser expulsado resulta sorprendente.

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¿En el pasado hubo otra pelotita en nuestro dibujo?

Quizá para compensar la pérdida de Plutón, recientemente el astrónomo estadounidense David Nesvorny, del Departamento de Estudios Espaciales del Instituto de Investigaciones del Sudoeste, en Boulder, Colorado, lanzó la atrevida hipótesis de que hace unos 4 mil millones de años, el sistema solar expulsó a un planeta incluso más grande que Neptuno, un grandecito que antes de ser echado, habría plantado cara en el patio de recreo a los gigantones Júpiter y Saturno.

Los astrónomos suelen sacar pistas e indicios donde los humanos comunes y corrientes somos incapaces de ver una catedral que está a diez metros de distancia. El rastro del planeta expulsado al parecer proviene del Cinturón de Kuiper, un lugar muy apartado donde poca gente busca huellas borrosas de astros desaparecidos.

El cinturón de Kuiper

Así es llamada una zona del espacio donde orbitan cientos de cometas, a una distancia del Sol de entre 30 y 100 unidades astronómicas (una ua son 149,6 millones de kilómetros, que es la distancia media entre la Tierra y el Sol).

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Como ha ocurrido en varios casos de la ciencia, su existencia fue primero predicha y luego verificada (otros casos célebres de predicciones confirmadas son el de la antimateria y el del planeta Plutón). En el caso del cinturón, el hombre de la bola de cristal fue Gerard Peter Kuiper, un astrónomo nacido en Holanda en 1905 y fallecido en Ciudad de México en 1973.

Kuiper desarrolló su carrera en Estados Unidos y realizó varias importantes contribuciones a la astronomía. Fue el descubridor de la atmósfera de Titán, el único satélite del Sistema Solar que tiene su atmósfera particular y fue el primero en postular que algunos enormes cráteres de la superficie terrestre fueron hechos por el impacto de meteoritos y no por una pasada actividad volcánica, que era la versión predominante. Kuiper sugirió en 1960 la existencia del cinturón que ahora lleva su nombre, hipótesis que se confirmó 18 años después de su muerte.

Hilando muy fino

Parado en una línea que a los legos puede parecernos la frontera entre ciencia y especulación, Nesvorny postula desde Boulder, que hace unos 4 mil millones de años, los cuerpos celestes del cinturón de Kuiper estaban bajo el control de la gravedad del planeta Neptuno y que un mega acontecimiento estelar los empujó hacia su posición actual.

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Esta conmoción, según Nesvorny, pudo haber sido generada por un enorme planeta mientras iba saliendo del Sistema Solar, ¿cómo y por qué fue expulsado este hermanastro de Neptuno? ¡Misterio!
 
¿Te imaginabas que también los planetas podían ser expulsados?

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