El primer dinosaurio semiacuático se había descubierto hace un siglo
Desde hace pocos días, en todos los medios ha causado gran revuelo el descubrimiento del primer dinosaurio semiacuático que se ha identificado. Esta especie es a su vez es el mayor dinosaurio carnívoro que ha existido hasta donde se conoce, dejando por detrás al famoso Tiranosaurio rex y otros de estos gigantes del pasado.
Pero… ¿sabías que este dinosaurio fue descrito por primera vez hace casi un siglo atrás? ¿Por qué se da a conocer su condición de dinosaurio acuático pasado tanto tiempo? Vamos a aclarar estas preguntas.
Restos fósiles perdidos
Spinosaurus aegyptiacus, nombre que recibe este inmenso reptil, fue descrito por primera vez en el año 1915 por el paleontólogo alemán Ernst Stromer Freiherr von Reichenbach, quien había descubierto los primeros restos de este animal en una zona del desierto de Egipto unos tres años antes.
Después un largo tiempo de estudio de los fósiles este investigador confeccionó importantes ilustraciones y descripciones detalladas del dinosaurio, pero toda su valiosa colección tuvo la mala suerte de estar en el sitio elegido por los aliados para realizar un potente bombardeo en 1944, cuando agonizaba ya la Segunda Guerra Mundial y se intentaba rendir al nazismo.
El ataque destruyó todos los restos del Spinosaurus, los más completos que se habían encontrado hasta el año 2008, cuando unos científicos tuvieron la suerte increíble de que un poblador de una localidad marroquí les enseñara unos restos fósiles que había encontrado en el desierto y que guardaba en una caja junto a otros sedimentos.
Entre ellos había nuevos restos de este enigmático dinosaurio, en especial una parte de lo que fue su columna vertebral, vital para su identificación. Posteriormente, comparando otros restos almacenados en diversas colecciones y los diseños de Stromer, pudo ser interpretado correctamente el registro fósil del reptil y descubrir así su secreto más oculto: estaba muy bien adaptado a la vida acuática.
Un carnívoro gigante y acuático

Al analizar los huesos del Spinosaurus, los paleontólogos se percataron de que estos eran muy densos y no poseían la cavidad medular que se encuentran en los huesos de las extremidades de la mayoría de los animales. Este tipo de huesos densos son típicos de los animales acuáticos ya que intervienen en el control de la flotabilidad.
Otros elementos que permitieron determinar su estilo de vida acuático fueron la disposición de los agujeros nasales en el medio del hocico, algo parecido a como lo tienen los cocodrilos, que les permite respirar con su cuerpo sumergido.
Las características de sus dientes también fueron un factor determinante en la conclusión. Sus dientes eran ideales para cazar presas resbaladizas y nadadoras; la flexibilidad del esqueleto y su cola, así como su patas en forma de remo. Incluso tenía en su hocico unos canales llamado forámenes que los cocodrilos actuales emplean para detectar los cambios de presión que provocan las presas al nadar.
Este carnívoro medía más de 15 metros de largo y tenía una enorme cresta en la espalda que quizás sobresalía como la de un tiburón, y por su anatomía y tamaño, además de peces, es muy probable que también depredara antiguos cocodrilos que ya existían hace 97 millones de años atrás, cuando esta criatura seguramente aterrorizaba a los habitantes de los abundantes cuerpos de agua que habían en aquel entonces en el norte africano.
Sensacional descubrimiento, ¿no crees?