Por las fértiles y hermosas tierras de América del Sur andaban hace 10000 años unos animales robustos y con un grueso caparazón defensivo: los gliptodontes ( Glyptodon clavipes). Fósiles de gliptodonte animales aparecen con frecuencia en el cono sur del continente, con Uruguay, Río Grande del Sur y Argentina, y se trataba de mamíferos de unos tres metros de largo con 1.4 toneladas de peso.
Las investigaciones al respecto al gliptodonte han sido comunes en la paleontología del Uruguay, y su extinción se ha ubicado temporalmente entre 10000 y 8500 años atrás.
Los gliptodontes contaban con una herramienta de ataque en el final de su caparazón, una cola con un percutor que les servía para protegerse de depredadores. Sin embargo ¿cómo la utilizaban? Esta ha sido la pregunta clave de R. Ernesto Blanco de la Universidad de la República en Montevideo y sus colegas, quienes han elaborado un interesante modelo matemático que aporta respuestas.

Blanco y su equipo han llegado a la conclusión de que los gliptodontes de mayor porte (como la especie Doedicurus clavicaudatus) tenían bien masticada la técnica del golpe, y levantaban sus pesadas colas golpeando fuertemente a sus rivales con el punto exacto de la misma, capaz éste de infligir el mayor daño posible.
Por su parte, los gliptodontes más pequeños tenían colas más flexibles que utilizaban con mayor dinamismo para ahuyentar a los depredadores y a otros adversarios.
La investigación se publica en Proceedings of the Royal Society B, y vale como una nueva aproximación al conocimiento de los animales.