De entre todas las personas que han estudiado animales, Dian Fossey es una de las más destacadas, no solo por sus descubrimientos sobre los gorilas, sino por el cariño que les expresaba. Durante 18 años estudió el comportamiento de los gorilas de las montañas en el este de África, y fundó el Centro de Investigaciones Karisoke en Ruanda.
En el año 1983, escribió el famoso libro Gorilas en la Niebla, que llevó a la película del mismo nombre en 1988, volcando la atención del mundo a estas especies y la situación peligrosa en la que se encuentran.
Gorilas en la niebla
Los gorilas de montaña son una de las tres subespecies de gorilas y se los cataloga como los monos más grandes del mundo: un macho gorila pesa 200 kg y parados sobre sus patas llega a medir 1,8 metros. Esta especie vive solamente en bosques cerca de volcanes extintos, en Ruanda, Uganda y Congo. Actualmente, quedan menos de 450 gorilas, y están amenazados por la destrucción de su hábitat, la cacería y las trampas dejadas para otros animales.
Aunque Fossey no tenía estudios específicos en la materia, un libro del zoologo George Beals Schaller la hizo interesarse en la temática. Más tarde, renunció a su trabajo y viajó al Congo para estudiar a los gorilas, donde tuvo un curso intensivo con Jane Goodall, quien también estudiaba la vida de los primates.

Durante su estadía estudió 4 familias con un total de 51 gorilas. Al principio los observó desde lejos, pero una vez tuvo su confianza comenzó a convivir con ellos, imitando sus formas de vida y estudiándolos de cerca.
En un comienzo realizó sus investigaciones sola, pero con el tiempo algunos estudiantes se acercaron para ayudarla. Sufría de algunos problemas de salud, como asma y deficiencia de calcio, y tuvo heridas de huesos rotos que no podía curar fácilmente por el área alejada en la que se encontraba.
Descubrimientos de Dian Fossey
Uno de los primeros mitos que derribó fue la creencia de que los gorilas eran violentos. Las familias de gorilas son muy unidas, y solamente se vuelven una amenaza cuando algunos de los miembros pequeños está en peligro. Además, sienten una gran compasión por los miembros desvalidos o lastimados del grupo.
Descubrió además que tienen diferentes características faciales, sobre todo en la nariz, que los diferencia entre ellos, al igual que en los humanos. Catalogó más de una docena de sonidos diferentes que hacen según su estado de ánimo o situación.
Estudiando las costumbres nómades, Fossey pudo descubrir que son exclusivamente vegetarianos. Sin embargo, son capaces de violencia entre los miembros de su propia especie, y registró casos de infanticidio y canibalismo.
Durante toda su vida, Fossey peleó contra la cacería de gorilas y contra el gobierno que alentaba esta práctica. Sobre todo desde que mataron a Digit, uno de sus preferidos. Mientras vivió en Ruanda, desmanteló trampas para gorilas, saboteó las armas de los cazadores, y los acosó en un intento de que desistieran.
La muerte de Dian Fossey es aún un misterio, desde que su cuerpo fuera hallado en su cabaña, el 26 de diciembre de 1985. Uno de los estudiantes colaboradores que vivía allí fue acusado del crimen y se lo sentenció a muerte. Sin embargo, negó los cargos y volvió a Estados Unidos donde no se lo podía obligar a volver. Una hipótesis es que hubiera sido un cazador furioso por sus acciones anti cacería.
Los estudios de Dian Fossey sobre la vida de los gorilas siguen vigentes y lo que conocemos actualmente de estos primates está basado en su investigación. No es fácil permanecer tantos años viéndolos de cerca y por tanto sus costumbres siguen siendo conocidas gracias a ella.