Mundo

Desplazarse en Copenhague

11 Oct 2007 – 10:25 AM EDT

Uno de los aspectos más interesantes que hacen a Copenhague una ciudad perfecta para conocer en pocos días es su tamaño. Si bien es una metrópoli, la capital danesa no ha perdido su estilo, y su área puede ser recorrida fácilmente, aunque esto no garantiza que la conoceremos en su totalidad, puesto que consta de innumerables riquezas.

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Si bien existe una eficiente oferta de autobuses y trenes que se desplazan a lo largo de la ciudad con un impecable servicio y redes de recorridos, el medio de transporte preferido por los ciudadanos es la bicicleta. Esto no es nada extraño en las ciudades europeas, y ocurre con frecuencia en muchas capitales y ciudades del continente.

A lo largo de Copenhague se extiende una excelente red de caminos para bicicletas, para que los visitantes puedan acceder a todos los lugares que desean. Además de no contaminar, la ventaja que tiene este medio de transporte es que en él se puede tener una perspectiva muy abarcativa de toda la ciudad, y recorrerla a piacere, sin estar dependiendo de rutas predefinidas por el transporte público.

Si no se quiere (o no se puede) comprar una bicicleta, se pueden rentar por precios muy bajos. Pero si el turista quiere adquirir una propia, suelen realizarse muy a menudo subastas policiales, donde pueden adquirirse por precios muy baratos.

En cuanto a los trenes y autobuses, ya lo he dicho, las redes son excelentes, pero en particular el tren tiene algunas desventajas. El tren local es popularmente llamado “Grisen” (“el cerdo”), y no va directamente a Copenhague, por lo cual debe hacerse un trasbordo. Respecto a los ómnibus, de todos modos, la cobertura de redes que recorren la ciudad es excelente.

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Sea como sea, recorrer Copenhague es perfecto en cualquier medio de transporte. Cada uno nos aporta una perspectiva diferente de la ciudad y nos permite apreciarla de formas distintas. De todos modos yo me quedo con la bicicleta.

VIA | Universia

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