Los champús industriales están llenos de químicos que pueden ser tóxicos, además de que son muy costosos y contaminan el medioambiente. En los últimos años se puso de moda el movimiento « antishampoo», que llama a dejar de utilizar estos productos para lavarse el cabello.
¿Pero cuál es la alternativa? ¿Simplemente dejarnos el pelo sucio? Algunas personas afirman que efectivamente puedes dejar de lavarte el cabello y soportar las primeras semanas de suciedad para que luego el cabello se «acostumbre» y se mantenga limpio naturalmente. Pero para quienes de verdad desean tener su cabeza limpia todos los días, existe otra solución: champú orgánico.
Crea tu propio champú orgánico
Es muy sencillo, en verdad: mezcla suavemente media taza de agua, media taza de jabón líquido suave y media cucharadita de aceite liviano vegetal o de canola. Guarda la preparación en un frasco de plástico y úsalo como un champú normal. No hará espuma como estamos acostumbrados con los champúes industriales y no necesariamente dejará un aroma característico en nuestro cabello, pero cumplirá perfectamente la función principal de un champú.
¿Por qué evitar los champúes industriales?
La higiene de nuestro cabello no necesita la enorme cantidad de compuestos químicos que traen los champúes, entonces, ¿por qué los compramos? Bueno, porque parece como si las burbujas, la espuma y los perfumes fueran sinónimos de limpieza, pero no lo son y de hecho son bastante perjudiciales.
El agua con restos de champú va a parar a los desagües que desagotan en los ríos y océanos. Es decir que todos los productos químicos que sobran de nuestro lavado diario, además de no ser necesarios para nuestra higiene, son perjudiciales para el medioambiente.
Pero quizás el motivo más fuerte para dejar de consumir estos productos es económico: nos cobran mucho dinero por un producto que no necesitamos aunque creemos necesitar y las grandes empresas multinacionales se enriquecen gracias a ello. Además, cuanto más nos acostumbramos a un producto más difícil es abandonarlo, por lo tanto una vez que logran convencernos de usar un producto se aseguran una ganancia permanente.
Dejar de utilizar champú quizás sea una medida un poco extrema, mas animarse a hacer nuestro propio champú puede ser una buena idea. ¿Quién sabe? Quizás el champú casero resulta, incluso, mucho mejor que el comercial.
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