Ciencia y Tecnología

¿Cómo llegan los copépodos al fondo del mar?

28 Jun 2011 – 02:38 AM EDT

Existen unas criaturas acuáticas muy pequeñas que se llaman copépodos. Su hábitat radica en las profundidades oceánicas, donde la vida puede resultar muy hostil si los seres vivos no desarrollan habilidades para sobreponerse a las bajas temperaturas y a los depredadores que por allí abundan.

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Para su suerte, tras largos años de evolución, este crustáceo ha alcanzado características adaptativas que le permiten ocupar un lugar más en los ecosistemas marinos. Mientras espera el invierno, el copépodo entierra su cabeza en el fondo y allí permanece hibernando en un proceso que se conoce como diapausa, lo que genera una duda: ¿cómo logran llegar allí sin nadar?

Al ser animales con muchas calorías resultan un excelente bocado para otras criaturas marinas; sin embargo, sobreviven gracias a estrategias muy interesantes. De acuerdo a cada especie, forman capas de entre 500 y 3500 metros de profundidad. Durante seis meses el copépodo deja de comer, de moverse y su metabolismo se reduce considerablemente.

Pero antes, durante el verano, ya han ingerido la suficiente cantidad de diatomeas como para tener acumulada grasa en sus cuerpos y volverse muy flotantes. Un análisis realizado revela que mientras más abajo hayan nadado más grasa tienen y esta se compone básicamente de cera.

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Cuando se dirigen a la diapausa, la grasa se va solidificando y el copépodo se vuelve cada vez menos dinámico. Al final del viaje dicho crustáceo deja de ser un globo para ser una suerte de lastre. Es este el mecanismo que usan para llegar al fondo sin tener que nadar constantemente.

Algunos estudios anteriores habían sugerido que utilizaban el amonio de sus cuerpos para regular la flotabilidad. Los investigadores consideran que probablemente ambos mecanismos se complementen para permitir que finalmente los copépodos logren llegar al fondo y se entreguen felices a su hibernación habitual.

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