Los dientes son una parte muy importante de nuestro organismo –también la más dura– pues con ellos no solo masticamos la comida que nos alimenta (primer paso de la digestión), sino que además podemos articular las palabras.
Son asimismo un apoyo para la musculatura del rostro y conforman la sonrisa. ¿Pero sabemos realmente algo sobre ellos? Hoy quiero invitarte a conocer cómo funcionan los dientes en el ser humano.
¿De qué están compuestos los dientes?

Si hacemos una especie de ultrasonido virtual a uno de nuestros dientes veremos que, aunque a nuestros ojos parece una estructura sólida e indivisible, en realidad se trata de una corona con sus raíces, formada por una serie de capas superpuestas. Vamos a separarlas una a una:
- Pulpa: es el núcleo o parte central del diente. En ella observamos tejido conectivo, venas y nervios. Su función es mantener vivo al diente trayendo el oxigeno y nutrientes.
- Dentina: es la capa que continúa a la pulpa y de ella está formada la mayor parte del diente. Su función es proteger a los dientes del desgaste a que los expone la masticación y los cambios de temperatura, así como soportar el esmalte.
- Esmalte: capa que recubre la corona y es más dura que esta. Se compone básicamente de fosfato de calcio.
- Cemento dental: es una sustancia dura que recubre las raíces dentales y no contiene nervios.

¿Cuales son los tipos de dientes?
Los dientes de los seres humanos se agrupan en 4 tipos de acuerdo a sus funciones en la boca:
- Incisivos: Son los dientes frontales (4 abajo y 4 arriba). Sirven para cortar el alimento.
- Cúspides: Son llamados caninos y se ubican junto a los incisivos (4 en total). Su función es despedazar la comida.
- Bicúspides: Son los dientes que median entre los cúspides y los molares, también llamados premolares, que muelen y trituran el alimento.
- Molares: estos son los dientes más fuertes, donde tiene lugar la masticación de mayor vigor. Son 12, 6 en cada lado, 3 abajo y 3 arriba. Los terceros molares (los últimos) son llamados cordales o muelas del juicio, y se originaron en una etapa de la evolución humana en que los alimentos no se cocían; mas en la actualidad no son necesarios y por eso suelen extraerse.
Estos distintos tipos de dientes permiten el proceso de masticar en su conjunto, razón por la cual el ser humano es omnívoro, o sea, capaz de comer carne y vegetales. El resto de los animales tienen una dentadura especializada, pero el hombre logró adaptaciones durante la evolución que le permitieron tener una dieta más completa.
Enfermedades más comunes de la dentadura
Al ser una parte de nuestro cuerpo que siempre está expuesta a los alimentos y, por tanto, a distintos gérmenes, los dientes pueden presentar problemas de mayor o menor envergadura. Veamos las enfermedades más comunes de la dentadura humana:
Caries
Las caries son bacterias que se alojan en los dientes, con énfasis en los molares y premolares. Dañan las estructuras profundas de la dentadura, así como el esmalte que los recubre.
Placas
Las placas son una capa de bacterias, pegajosa e incolora, que se adhiere a los dientes, especialmente después de comer alimentos azucarados. Son fáciles de eliminar con un buen cepillado.
Sarro
El sarro no es más que la placa que no se ha eliminado y que se mezcla con minerales para formar una capa dura, adherida a los dientes.
Gingivitis
La gingivitis se trata de una inflamación de las encías alrededor y entre las coronas de los dientes. Sus causas más comunes son la abundancia de placa y sarro.
Bruxismo
Los pacientes con bruxismo rechinan los dientes de manera inconsciente. Muchas veces la causa es el estrés o la ansiedad, pero este síntoma es muy dañino para la dentadura.
Sensibilidad dental
La sensibilidad dental se relaciona con la pérdida de dentina. Los dientes se tornan muy sensibles al calor o al frío.
Estos desórdenes dentales están siempre asociados a una mala higiene bucal. El buen funcionamiento de los dientes depende en un alto porciento de nuestra alimentación y del cepillado correcto de la dentadura.
Aun así, es bueno saber que existen elementos de predisposición genética que influyen en una mejor o peor dentadura. Por eso, nunca sobra cuidar adecuadamente esta parte tan importante de nuestro cuerpo. ¡Está en nuestras manos!